Aranzadi halla en un archivo militar el expediente de la condena de Lauaxeta
El poeta fue fusilado por la Guardia Civil bajo la acusación de "adhesión a la rebelión"
La Sociedad de Ciencias Aranzadi localizó hace unos días en el Archivo Intermedio de la Región Militar Noroeste de A Coruña el expediente del juicio y posterior condena a muerte del poeta y periodista vizcaíno Esteban Urkiaga, Lauaxeta, a manos de fuerzas franquistas durante la guerra civil. El documento ratifica que, como miles de personas del bando republicano en España, fue condenado por "un delito de adhesión a la rebelión". Lauaxeta, miembro del PNV e impulsor de las letras en euskera, fue fusilado por la Guardia Civil el 25 de junio de 1937 en Vitoria.
Esteban Urkiaga nació en Laukiz (Vizcaya) hace cien años, el 3 de agosto de 1905. Las fechas coinciden por casualidad, pero ha sido justo ahora cuando Aranzadi, que trabaja desde hace dos años con el Gobierno vasco en la recuperación de la memoria de las muchas personas que sufrieron la represión franquista, ha dado con el expediente que relata los últimos días del escritor.
Las 40 páginas del documento no recogen datos sustanciales que desconociera la familia, pero "acredita la verdad de lo ocurrido", subrayó ayer Francisco Etxeberria, director del Departamento de Antropología Física de Aranzadi, en su presentación. Al acto acudieron los consejeros de Justicia, Joseba Azkarraga, y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, y un portavoz de la familia de Lauaxeta. Etxeberria añadió que explicar públicamente el contenido del expediente es una especie de "símbolo", con el que el Ejecutivo y Aranzadi reconocen también a las víctimas menos conocidas, a cuyos allegados están haciendo llegar los documentos que van hallando.
Lauaxeta acudió el 30 de abril de 1937 a Gernika con el periodista francés Georges Berniar, quien quería publicar las consecuencias del bombardeo de la villa foral. Allí, "un paisano" reconoció al poeta y redactor del diario Euzkadi y dio parte a la Guardia Civil, que lo detuvo junto a su acompañante. Berniar fue puesto en libertad y redactó su artículo, pero el escritor quedó preso.
El Juzgado Militar Eventual número 5 abrió a Lauaxeta un sumario el 1 de mayo. Según consta en él, dos días después declaró por primera vez. Explicó que el 18 de julio de 1936 estaba en unos cursos de verano en San Sebastián cuando se enteró del levantamiento militar. Se desplazó a Bilbao y aceptó el cargo de jefe de avituallamiento de las milicias vascas, cargo del que fue destituido en enero por intentar buscar una solución al conflicto. El poeta reconoció que había traducido al euskera palabras técnicas de la guerra y había dado charlas en los batallones vascos.
Tras Lauaxeta declararon tres soldados desertores del ejército republicano, quienes aseguraron que el periodista era comandante jefe de la formación de unidades vascas. "Sus declaraciones son idénticas", destacó el historiador Iñaki Egaña.
El 6 de mayo, el juez decretó prisión incondicional para el poeta, al que imputó ser jefe de formación y un "propagandista activísimo de las llamadas libertades de Euskadi". Una semana después, el fiscal se sumó a estas acusaciones. El 15 de mayo se celebró el Consejo de Guerra en Vitoria. El defensor de Lauaxeta solicitó su absolución alegando que no aprobaba el comunismo y había ayudado a escapar a "derechistas".
Ese mismo día, el tribunal dictó sentencia de muerte. Lauaxeta, dice el texto, "colabora activamente con las autoridades del Frente Popular y elementos marxistas para oponerse al Movimiento Nacional" y "demuestra celo por la causa rojo separatista".
La Guardia Civil, y no el Ejército, como creía su familia, fusiló al poeta el 25 de junio, a las 5.30, junto a la tapia del cementerio de Santa Isabel de Vitoria. Un tiro de gracia le remató. Para entonces había fracasado el intento del Gobierno vasco de canjear periodistas republicanos por franquistas. Fue enterrado en el mismo cementerio y sus allegados recuperaron sus restos en 1978.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.