El Ejecutivo prohíbe entrar en el Reino Unido al predicador radical de origen sirio Omar Bakri
Las puertas del Reino Unido se cerraron ayer para Omar Bakri Mohamed, el predicador radical de origen sirio, de 45 años, casado y padre de siete hijos nacidos en Londres. Bakri ha acaparado muchos titulares desde que declaró en público que si se enterase de que un musulmán preparaba un atentado en el Reino Unido intentaría detenerlo, pero no lo entregaría a la policía. El primer ministro, Tony Blair, indicó en su última comparecencia ante la prensa que una de las medidas que prepara es la ilegalización de asociaciones como la Secta de los Salvadores, que lidera Bakri, y la deportación de aquellos que puedan fomentar o ensalzar el terrorismo.
Hace una semana Bakri se marchó a Beirut. Durante unas horas se creyó que había huido para siempre. Portavoces del Consejo Musulmán Británico, organización mayoritaria en el Reino Unido y de carácter moderado, saludaron con alborozo la partida. Pero pronto aclaró Bakri desde Beirut que sólo se había marchado allí de vacaciones para visitar a su madre y para que el Gobierno no utilizara su nombre con el fin de presionar a los musulmanes.
El primer ministro en funciones durante las vacaciones de Blair, John Prescott, dijo que le deseaba que las vacaciones fueran largas. Pero cuando le preguntaron si se prohibiría el regreso a Bakri, Prescott contestó: "Puede entrar y salir del país cuando quiera. De momento, así están las cosas. Esto es una democracia, no una dictadura".
Sin embargo, ayer el ministro del Interior, Charles Clarke, declaró prohibida la entrada de Bakri en el país por considerarla "no beneficiosa para el bien público". La secretaria de Estado del Interior, Hazel Blears, dijo que la decisión era práctica y pragmática.
Entretanto, Bakri, que había sido arrestado en Beirut después de conceder una entrevista a un canal de televisión, fue puesto en libertad. La detención, que apenas duró 24 horas, se debió a una petición del Gobierno sirio, que solicitó a las autoridades libanesas la extradición del predicador.
Bakri percibe desde hace 19 años una pensión de 514 libras (751 euros) por invalidez, a causa de una lesión en su pierna izquierda que sufrió durante su adolescencia. También recibía una pensión desde que se aceptó su ingreso en el Reino Unido como refugiado político.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.