30.000 kilómetros para llegar a Salamanca
La vicepresidenta concluye una gira por cinco países cuyo objetivo era preparar la cumbre iberoamericana de octubre
España pretende que la próxima cumbre iberoamericana signifique "un antes y un después" en este foro que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países de la región. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha visitado en 10 días Costa Rica, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, por este orden. Ha recorrido 29.281 kilómetros con el objetivo de que se impliquen a fondo en la cita de Salamanca, en la que España espera que se visualice la "desburocratización" de estas cumbres. "Vamos a bajar a la tierra a los jefes de Estado y que ellos, sin intermediarios, debatan de manera natural, sin conclusiones preestablecidas, cuestiones que afectan a los ciudadanos de la región", dijo De la Vega.
"Queremos que la declaración final no sea tan retórica, sino más concisa, y que las conclusiones del debate no estén consensuadas de antemano", explica la embajadora para las cumbres iberoamericanas, María Jesús Figa, que ha participado en la gira. El viaje buscaba "ir calentando motores", añade, ante el encuentro del 14 y 15 de octubre. El viaje de la vicepresidenta a tres de los países geográfica y económicamente más importantes de la región -De la Vega viajará a México tras el verano- buscaba su complicidad para que también atraigan a los pequeños.
Los mandatarios de los 22 países tienen previsto, por ahora, acudir a la cumbre; incluso el argentino Néstor Kirchner, pese a que días después se celebrarán elecciones legislativas en su país; y el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado por el goteo de revelaciones sobre casos de corrupción que afectan a miembros de su partido, el PT, y del Gobierno. El "entusiasmo" que De la Vega ha percibido en este viaje, según aseguró en Montevideo, última escala de la gira, contrasta con la actitud hacia la anterior cita, en Costa Rica, que estuvo marcada por las ausencias.
No obstante, ése fue el escenario donde se pusieron las bases de la Secretaría General Iberoamericana, que encabezará el uruguayo de origen español Enrique Iglesias. Ese órgano será el encargado de llevar a cabo los mandatos acordados en cada cita hasta que se celebre la siguiente.
La situación política y económica de la región, la migración -"un asunto que interesa a todos como emisores o como receptores", recalca Figa- y el espacio que Iberoamérica debe "arrogarse" en el mundo son los asuntos que estarán sobre la mesa en Salamanca. Como el Gobierno español quiere que las cumbres se abran a la ciudadanía, ha convocado sendos foros económico y social en dicha ciudad los días previos a la reunión de mandatarios.
Además de discutir sobre cuestiones aún abiertas como qué dos personas acompañarán a Iglesias en la cúpula de la Secretaría General Iberoamericana y las cuotas para financiar las cumbres, De la Vega ha abordado asuntos bilaterales en los cinco países, donde se ha entrevistado con los respectivos presidentes. Tras su encuentro con Kirchner, la vicepresidenta dio por zanjados los conflictos tarifarios de las empresas españolas con el Gobierno argentino y le pidió que no dé refugio político al etarra José María Laiz, cuya extradición rechazó la Corte Suprema. A Lula le ofreció formar a los 12.000 profesores necesarios para garantizar a los nueve millones de alumnos brasileños de secundaria la oportunidad de estudiar español, como establece una ley vigente hace días.
Los 37 actos en los que participó la vicepresidenta, acompañada por los secretarios de Estado para Iberoamérica, Bernardino León, y de Cooperación, Leire Pajín, incluyeron reuniones con otras autoridades y personalidades locales, así como empresarios y emigrantes españoles.
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