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Los colonos de Gaza piden a Netanyahu que lidere su movimiento

El Gobierno israelí insiste en que la retirada de los 21 asentamientos empezará el 17 de agosto

Los dirigentes de los asentamientos judíos han pedido a Benjamín Netanyahu, que el domingo renunció como ministro de Finanzas del Ejecutivo del primer ministro Ariel Sharon, que asuma el liderazgo del "movimiento naranja", que aglutina la oposición a la retirada de la franja de Gaza. Mientras Netanyahu estudia la propuesta de la derecha radical, el Ejecutivo de Ariel Sharon insiste en que el llamado plan de desconexión se iniciará el 17 de agosto.

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El Ejecutivo israelí no sólo se mantiene firme en la fecha que tiene previsto iniciar la retirada, sino que adelantó al próximo día 11, el jueves, la primera de las evacuaciones. Mientras el Gobierno de Ariel Sharon confirma y hasta acelera sus planes, los dirigentes colonos diseñan a contrarreloj tácticas para frenar el llamado plan de desconexión de la franja.

Ayer, estos representantes se reunieron con Benjamín Netanyahu, el que fuera ministro de Finanzas del Gobierno de Sharon hasta el pasado domingo, para sellar una gran alianza y convencerlo de que asuma el liderazgo del "movimiento naranja", que se opone a la salida de los asentamientos. Lo que los colonos buscan es un político que logre, por todos los medios a su alcance, impedir la retirada.

Los dirigentes judíos radicales confiaban anoche en que Netanyahu finalmente aceptará la propuesta y que podrá ser investido como caudillo de la oposición en un acto multitudinario que se celebraría el próximo jueves en la plaza Rabin de Tel Aviv, un lugar que habitualmente utiliza la izquierda y el movimiento pacifista para llevar a término sus concentraciones.

Los colonos piden que en este acto, que coincide con la jornada de evacuación del primer asentamiento, Netanyahu esgrima un discurso que explique a la nación judía las razones que lo han llevado a salir del Gobierno y a oponerse a la salida de la franja de Gaza.

El movimiento de los colonos busca mediante el fichaje de Netanyahu solucionar un conflicto que tenía en el seno de su cúpula, constituida hasta ahora por un confuso conglomerado de líderes políticos y religiosos de escaso peso, que a menudo entraban en contradicciones y discusiones públicas que socavaban su credibilidad.

Los representantes de los colonos también han contactado con otros cuatro ministros díscolos del Gobierno israelí para que sigan los pasos de Benjamín Netanyahu, es decir, para que abandonen el Gabinete de Ariel Sharon y se sumen al movimiento opuesto al plan de desconexión y con el que pretenden "salvar a Israel".

Otros contactos

Los ministros tentados por los colonos han sido el de Sanidad, Dan Naveh; el de Educación, Limor Livnat; y el de Agricultura, Israel Katz. También Tzahi Hanegbi, un ministro sin cartera del Gabinete, fue llamado a filas.

Los colonos han establecido, además, contactos con los diputados afines a su causa para que pongan en marcha un procedimiento de urgencia en el Parlamento de Jerusalén a efectos de impedir que se lleve a cabo la operación militar de desalojo.

Simultáneamente, la cúpula del movimiento colono ha empezado a rediseñar la estrategia de las movilizaciones en contra de la retirada. Los dirigentes quieren aprovechar la semana que les queda para ganarse el favor de la opinión pública, tanto nacional como internacional. Para ello intentarán que las próximas marchas reflejen un talante moderado y abierto al diálogo, en vez de uno violento y radical como hasta ahora.

Como consecuencia de este cambio de táctica, ayer se anuló una manifestación que iba a celebrarse en Askelón, un lugar a poco menos de nueve kilómetros de Gaza. Los dirigentes de los colonos han ordenado la supresión de todos los lemas que alientan a los judíos radicales a infiltrarse y actuar en el asentamiento de Gush Katif. En su lugar se colocaron otros eslóganes más moderados que rezaban: "Estamos aquí" o "Ayudemos a nuestros hermanos".

Todas estas maniobras de la derecha radical, no obstante, no parecen inquietar a Ariel Sharon. Los portavoces del Gobierno aseguraron ayer que "el plan de retirada continuará" tal y como está previsto. "La dimisión de Benjamín Netanyahu no tendrá ningún efecto ni sobre la economía del país ni sobre la retirada de Gaza", recalcó uno de los asesores del jefe del Ejecutivo israelí, tratando así de tranquilizar a la opinión pública.

Las últimas encuestas aseguran que la dimisión inesperada de Benjamín Netanyahu no ha tenido repercusión alguna sobre la opinión y los deseos de los israelíes con respecto a la retirada de la franja de Gaza. El 55% apoya el plan de Sharon, frente a un 39% que está en contra.

Por si fuera poco, el golpe de efecto de Netanyahu ha sido mal recibido por los israelíes, ya que un 47% de los encuestados respalda a Sharon, mientras que sólo el 28% apoya a Netanyahu.

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