_
_
_
_
_

Los incendios devastan el corazón de Portugal

Más de 3.000 bomberos apoyados por 400 militares llevan dos días intentando controlar más de 20 incendios en el centro y el norte de Portugal. El fuego ha obligado a desalojar pequeñas aldeas y a cortar en tres ocasiones y durante varias horas la principal autopista del país: la que une Lisboa a Oporto. Dadas las condiciones meteorológicas excepcionales, el Gobierno pidió ayer que se extreme la precaución para evitar los incendios: el martes, el servicio nacional de bomberos registró 509 focos.

Las temperaturas superaron en los últimos dos días los 40 grados, y a la canícula se suma la sequía grave que afecta al 100% del territorio portugués. Se trata de la más grave de los últimos 60 años.

"La lucha contra los incendios no es una tarea exclusiva de los bomberos, sino de toda la población. Vivimos un periodo particularmente difícil y pido ayuda a todos. Es muy importante que todos se movilicen para prevenir, vigilar y apoyar la lucha contra el fuego. Más que dramatizar, tenemos que movilizarnos", dijo el ministro de Interior, António Costa.

Falta de cultura cívica

El presidente de la Liga de los Bomberos Portugueses, Duarte Caldeira, señaló ayer "la falta de cultura cívica" como el principal motivo de los incendios que cada verano queman miles de hectáreas en Portugal. Las extremadas temperaturas hacen el resto. "Hay un momento en que equipos y efectivos dejan de dar abasto", explica. Pero Caldeira acusa también a la Administración de tratar los incendios "de forma temporal" y de no haber aprendido nada "con la catástrofe de 2003", cuando 420.000 hectáreas, un 5% del territorio, resultaron destruidas por el fuego.

Para los bomberos, la prevención ha fallado. Las tareas se concentran, primero, en proteger poblaciones y casas. Sólo después, los medios disponibles permiten abordar el control del incendio.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El Gobierno portugués destaca que en 2005, la media diaria de incendios dobla a las de 2003 y 2004. Pero el área quemada -unas 68.000 hectáreas- es inferior a la de los dos últimos años en las mismas fechas. Respondiendo a algunas críticas, el Gobierno defiende que los medios aéreos son suficientes. Pero de los 49 aparatos disponibles, sólo 33 estaban siendo utilizados ayer, ya que en las zonas con gran concentración de humo no podían operar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_