Las organizaciones agrarias buscarán el acuerdo entre regantes de zonas donde haya confrontación

Todas las organizaciones agrarias valencianas participaron ayer en la sede de la Unió de Llauradors en Valencia en la primera reunión en busca de un acuerdo sobre el agua. Todas incluso coincidieron en criticar la politización que rodea este tema. De la reunión, tensa por las críticas vertidas desde Jóvenes Agricultores-Asaja al apoyo de su hermana en Valencia (AVA-Asaja) al proyecto de nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, salió el compromiso de crear una comisión técnica que se ponga a trabajar. La idea es reunir a los regantes de las zonas donde haya confrontación en busca de acuerdos.

Los usuarios del Vinalopó renunciarán al agua si se modifica el trazado y no pagarán

La polémica en torno al agua ha llevado en los últimos años a una confrontación que primero han protagonizado distintas autonomías para trasladarse ahora a las comarcas y provincias valencianas, comentó Joan Brusca, secretario general de la Unió de Llauradors-COAG a modo de introducción tras la reunión. Una situación que en los últimos días, añadió en referencia a la polémica sobre el nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, ha sido "muy desagradable". El encuentro contó con los responsables de todas las organizaciones agrarias valencianas: el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado; el de la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja), Néstor Pascual; el de Jóvenes Agricultores-Asaja de Alicante, Eladio Aniorte y el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Rafael Cervera. La reunión fue tensa. El apoyo de AVA al nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó ha levantado no sólo críticas desde el Consell sino también desde Jóvenes Agricultores de Alicante. Críticas que repitió ayer Eladio Aniorte a Aguado durante la primera reunión de las organizaciones agrarias en busca de un acuerdo sobre el agua en la Comunidad Valenciana.

Pese a la tensión, hubo coincidencias en la necesidad de dialogar y en la crítica a la instrumentalización política del tema. Los responsables agrarios acordaron intentar aparcar las diferencias que les separan e incidir en aquello que les une: que la Comunidad Valenciana sufre un déficit hídrico que hay que tener voluntad de resolver.

De la reunión salió una comisión técnica que empezará a trabajar la semana próxima. La intención es elaborar un "documento muy abierto" que sea aceptado por todo el sector y por los partidos políticos. "No puede haber soluciones al agua sin consenso", dijo Aguado. Consenso que se buscará primero entre los regantes, los usuarios. La intención de las organizaciones agrarias, por ello, es reunir a los regantes de zonas excedentarias de agua con los de aquellas en las que falta agua, en busca de acuerdo. La primera reunión podría ser en Valencia, pero habría otras. Al final de la cadena, el pacto requiere la implicación política para que sea viable. "Después de más de 20 años de reivindicaciones por el agua, vemos que si las fuerzas políticas no están de acuerdo, ningún plan llega a nada", dijo Aguado.

Pese a las coincidencias, Aniorte recalcó que su postura "no va a cambiar en lo sustancial" y aunque valoró el diálogo también dijo que las posturas están aún "muy distantes". Insistió en la necesidad de trasvases y mostró su desconfianza en el nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó del Gobierno.

Por su parte el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, reiteró ayer su petición de que se cumpliera el anterior pacto por el agua que incluye el actual trazado del trasvase Júcar-Vinalopó. Camps, que compareció ante los medios tras reunirse con el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar, consideró que el actual trazado se debe cumplir "en toda su extensión". El jefe del Consell aseguró que el Gobierno valenciano no sólo cumplirá este pacto con inversiones, por valor de 66 millones de euros, en modernización de regadíos y reutilización del agua en las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baixa, sino que duplicará el gasto para ahorrar agua y "mejorar las condiciones del campo valenciano". Y aseguró que el agua que comportan estas modernizaciones "multiplica por dos" el nivel máximo a trasvasar previsto por el Júcar-Vinalopo.

También ayer, el PSPV de Elche rompió ayer la cohesión interna de los socialistas valencianos sobre la idoneidad del nuevo trazado al matizar que si los informes técnicos revelan que el agua procedente del azud de la Marquesa no es apta para el regadío, rechazarán el cambio de trazado. El secretario local de los socialistas ilicitanos, Alejandro Soler, subrayó que "su posición final estará en función de los informes y conclusiones sobre la calidad del agua". Soler remarcó que "los cambios no deben afectar ni al precio, no al suministro ni a los plazos de ejecución".

Por su parte, la Junta Central de Usuarios del Vinalopó dio ayer una vuelta de tuerca a su rechazo al trazado que promueve el Ministerio de Medio hasta el punto de anunciar que si se modifica el trasvase, los regantes renunciarán al agua y, por tanto, tampoco aportarán dinero al proyecto. Esta entidad ya ha convocado la primera protesta contra el cambio de trazado: una manifestación el próximo día 10 de septiembre en Alicante.