El Gobierno regional restaura la muralla y el castillo de Buitrago

La villa de Buitrago de Lozoya, que vigila la entrada al puerto de Somosierra desde sus erosionados torreones, acomete hasta el otoño la restauración de la zona noroccidental de su muralla medieval, en una actuación que la Comunidad de Madrid extenderá en fases sucesivas a los 800 metros de longitud de su perímetro murado y, también, a su castillo. Así lo anunció ayer Santiago Fisas, consejero de Cultura y Deportes del Gobierno regional, quien, acompañado por las autoridades municipales, visitó la villa madrileña. Ésta, a 975 metros de altitud, que cuenta con 1.843 habitantes y se halla a 76 kilómetros de Madrid por la autovía de Burgos (A-1), se caracteriza por su pintoresco enclave (www.buitrago.org).

Las obras de restauración ahora en curso, que realizan 15 operarios de la empresa palentina SOPSA, afectan a 160 metros de paños de muralla. A ella se incorporará un sistema de drenaje contra la erosión causada por el agua de lluvia. A tales cometidos será destinada una partida de 594.241 euros.

Fisas anunció también que las obras de restauración de la muralla, formada a partir del siglo XII y reforzada dos centurias después con pedernal, caliza y ladrillo, proseguirán por la zona oriental hasta el castillo, hoy arruinado salvo en su acceso, recién recobrado con un pantalán. El bastión es un espacio poligonal jalonado por cinco vigorosos torreones mamposteros; dos de ellos se yerguen sobre el río Lozoya, que circunda Buitrago. El bastión estuvo rodeado por un antemuro y un foso, de 6 metros de anchura por 4 de profundidad, cuya traza acaba de ser recuperada en recientes excavaciones, según el arqueólogo Juan José Cano. Fisas se muestra a favor de recuperar la circulación interior entre los torreones del castillo, hoy truncada por su ruina, y ello dentro de la recobranza completa del pasillo-mirador, denominado adarve, que se despliega detrás del perímetro jalonado de almenas. Fisas cifró en 3.5 millones de euros el monto global de la actuación en la villa madrileña.

Por otra parte, el consejero regional anunció que las autoridades locales buscan en Buitrago un nuevo enclave al museo de Eugenio Arias, donado a su ciudad natal por quien fuera peluquero del pintor universal Pablo Picasso, con quien le unía una relación casi filial. El museo, considerado como una pequeña joya del arte picassiano, se halla hoy instalado en los bajos de la Casa Consistorial. Uno de los lugares barajados para tal fin es la Casa del Esquilado, junto al castillo, que conserva en sus muros inscripciones de la época. "Todo el ovino de la sierra era entonces propiedad del duque del Infantado y pasaba por aquí para ser trasquilado" explica el concejal Vicente Asenjo.