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El plan catalán de la energía pedirá la interconexión con Francia

Industria mantiene la necesidad de la línea, que rechazan ERC e ICV

El plan de la energía de la Generalitat, que no pudo aprobarse en mayo pasado por las fuertes discrepancias internas sobre las infraestructuras necesarias para cubrir la creciente demanda de energía y la alimentación del AVE, defenderá la interconexión entre España y Francia. Así lo aseguró ayer el Departamento de Trabajo e Industria (PSC) tras el cierre del periodo de alegaciones al plan, en las que ERC e ICV, miembros del propio Ejecutivo catalán y apoyos del Gobierno de Zapatero, rechazan de plano la interconexión. El trazado sigue abierto.

ERC e ICV sostienen -contra el conocido criterio de Red Eléctrica (REE), del Gobierno central y de los socialistas catalanes- que la interconexión no es necesaria para cubrir las necesidades energéticas del territorio. Retan a que se pruebe lo contrario y proponen infraestructuras alternativas a un nuevo tendido de 400 kilovoltios, basadas en dos líneas de 220, más dos centrales de ciclo combinado próximas a los puntos de alimentación del AVE.

Las competencias en transporte energético interestatal corresponden al Gobierno central, como se ha encargado de recordar el ministro de Industria, José Montilla, en alguna sonada llamada al orden, pero el rechazo al impacto paisajístico de una línea de alta tensión que cruce el Pirineo gerundense y la aritmética parlamentaria llevan meses provocando cortocircuitos políticos en Cataluña.

La polémica se había limitado a Cataluña, pero acaba de dar un calculado salto al Congreso. ERC ha registrado una proposición no de ley en la que pide una moratoria hasta 2015 de toda interconexión con Francia que cruce Cataluña. E ICV exige "un debate público nacional" al respecto, similar al que ha habido en Francia.

CiU, partidaria de la interconexión, forzó hace un mes a Zapatero a pronunciarse. Y el presidente dejó claro que reforzará la conexión con el país vecino y que se construirá una línea de 440 kilovoltios priorizando un trazado sobre el que el tripartito no se ha puesto de acuerdo: la línea de Bescanó.

El Gobierno enterró así la única opción sobre la que, tras meses de bronca, había acercado un acuerdo entre PSC, ERC e ICV, y que consistía en desdoblar la ya existente línea Vic-Baixas (ver mapa). Esta línea es la única de las cuatro de transporte principal con que se conectan el sistema eléctrico español y francés que pasa por Cataluña.

El consejero catalán de Industria, Josep Maria Rañé, ha acabado también por descartar la opción Vic-Baixas. Ayer, su subdirector de energía, Ignasi Nieto, apuntó que el plan de la energía podría aprobarse entre septiembre y octubre pero sin definir un trazado concreto, tras recibir 20 alegaciones contra la línea de Bescanó.

El trazado sigue abierto, al menos de Santa Llogaia (Figueres) hacia Francia. Expertos de Industria explican que la interconexión es necesaria para la estabilidad y seguridad del sistema eléctrico. La electricidad no se almacena y, cuando hay una avería, son necesarios elementos de generación sobrantes o conexión con los vecinos que aporten energía al sistema. La UE fijó en 2002 como objetivo aumentar las interconexiones mínimas entre países hasta que equivalgan al menos al 10% del total de su potencia de generación instalada en 2005. España, casi una isla energética, tiene una capacidad de intercambio del 3%. La de sus vecinos de la UE es, de media, de un 15%.

Además, según REE, en Girona el mercado se alimenta de una sola línea y compensar posibles fallos es complicado. El borrador del plan de la energía habla de "riesgo muy elevado de colapso". Y en este marco hay que alimentar el AVE hasta Francia. Según el GIF, esta línea ferroviaria requiere una alimentación de 400 kilovoltios.

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