Uzbekistán ordena el cierre de una base de EE UU
Uzbekistán ha anunciado a EE UU que deberá desalojar la base militar que tiene en ese país centroasiático en un plazo de seis meses. La noticia fue confirmada por el Pentágono y el Departamento de Estado. Las relaciones entre Washington y Tashkent vienen empeorando desde 2004, debido a las presiones estadounidenses por el deplorable estado de los derechos humanos en Uzbekistán. Las tensiones aumentaron después de los sangrientos acontecimientos de Andiyán en mayo, cuando las tropas del dictador Islam Karímov mataron a cientos de manifestantes. EE UU usaba la base aérea de Karshí-Janabad para misiones de combate y humanitarias desde después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Si Uzbekistán no cambia su decisión -y todo indica que no lo hará-, Washington tendrá dificultades logísticas para sus operaciones en Afganistán. Después de los acontecimientos de Andiyán, Karímov ya había prohibido los vuelos nocturnos a los aviones norteamericanos y limitado los de carga debido a las presiones que ejercía Washington. El problema es que prácticamente no hay alternativa al uso del territorio uzbeko para llevar las cargas por carretera a Afganistán. Es verdad que EE UU también posee bases en Kirguizistán y Tayikistán. Pero el primero no posee frontera con Afganistán y el segundo carece de buenos caminos hacia ese país. Además, la base de Karshí-Janabad tiene una pista de aterrizaje lo suficientemente larga para aviones militares pesados.
La decisión de Tashkent de expulsar a los norteamericanos fue tomada casi simultáneamente con la salida de los refugiados uzbekos que se encontraban en el vecino Kirguizistán hacia Rumania en una operación de Naciones Unidas, en contra de los deseos de Karímov. EE UU había estado presionando a los kirguizos para que no entregara a los refugiados al régimen de Tashkent y los dejara salir a un tercer país.
Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa estadounidense, estuvo la semana pasada en Asia Central, donde obtuvo garantías de los Gobiernos de Kirguizistán y Tayikistán para continuar utilizando las bases militares en esos países.
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