Del Olmo rastrea la posible vinculación de ETA con el 11-M sin hallar ningún indicio

El sumario que recoge toda la investigación judicial y policial sobre los atentados del 11-M, que causaron la muerte a 191 personas y heridas a más de 1.500, incluye varios informes, sobre los que se ha levantado el secreto, solicitados en los últimos meses por el juez Juan del Olmo interesándose por la posible vinculación de la banda terrorista ETA, que atenta en España desde hace más de 30 años, y los radicales islamistas violentos.

En esas pesquisas, Del Olmo no ha hallado ni un solo indicio solvente de posibles conexiones entre ambos grupos terroristas que pudieran acreditar su colaboración en el atentado del 11-M ni en ningún otro, según la documentación que las distintas partes personadas en el caso tienen en su poder y sobre la que el juez ha levantado el secreto de sumario.

El último contacto conocido entre organizaciones terroristas de Euskadi e islamistas ocurrió en 1980 en Yemen

La Guardia Civil elaboró en noviembre pasado un informe donde se descartaban las conexiones con islamista

La última operación en la que se halló Goma 2 en poder de etarras fue en 1996, según el informe policial enviado al juez

Hace tan sólo tres meses, el Cuerpo Nacional de Policía remitió al juez un escrito donde se detallaba que "durante los últimos nueve años, la banda armada ETA no ha utilizado Goma 2 en sus atentados" ni tampoco se ha intervenido en ese tiempo esa marca de dinamita en poder de "los activistas o comandos". El informe detalla los últimos cinco atentados u operaciones relacionadas con ETA donde se ha hallado Goma 2 de los años 1995 y 1996. La última nota corresponde a julio de 1996, cuando la policía detiene en Francia al responsable de logística de ETA, Julián Achurra Egurola. Entre los efectos que se le intervienen en el garaje que utilizaba figura 1,5 kilos de dinamita Goma 2.

El juez también se preocupó a finales del año pasado por conocer las posibles vinculaciones entre etarras e islamistas. Del Olmo pidió a las fuerzas de seguridad información sobre la posible existencia de algún tipo "de vinculación, relación o contactos (operativos o no) entre la organización terrorista ETA o alguno de sus miembros, y organizaciones terroristas islamistas o alguno de sus miembros (incluyendo campos de entrenamiento o adiestramiento, redes de financiación o de aprovisionamiento de material...)".

La Subdirección General de Operaciones de la Guardia Civil remitió su investigación el pasado 29 de noviembre al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.

En resumen, su respuesta fue la siguiente:

- Relación con África y Oriente. "Los únicos datos objetivos de los que dispone este Servicio se refieren a las relaciones de la banda terrorista ETA con países y organizaciones terroristas de orientación islámica de África y Oriente durante las décadas de los años 70 y 80. Así, el primer país en el que existe constancia de estar relacionado con ETA es Argelia, donde durante el año 1976 se impartieron cursillos de adiestramiento a miembros de la citada banda armada".

"Un miembro de ETA que aportó datos sobre la realización de cursillos en Argelia fue Juan Manuel Soares Gamboa, quien estuvo integrado en el comando Madrid durante diferentes campañas entre 1982 y 1986. Este miembro de ETA se acogió a las medidas de reinserción del Gobierno español, por lo que en julio de 1995 fue trasladado a España desde Santo Domingo (República Dominicana), donde se encontraba confinado".

- Líbano y Yemen. Otro país en el que recibieron adiestramiento miembros de ETA fue Líbano. En concreto, en diciembre de 1979 seis miembros de ETA-pm se trasladaron hasta el citado país, donde durante 45 días realizaron un cursillo de adiestramiento. Tras volar a Beirut vía Roma-Atenas, los seis miembros de ETA fueron recogidos en el aeropuerto de la capital libanesa por un miembro de la OLP y conducidos a un campamento de Al Fath ubicado en el sur de Líbano.

El tercer país en el que miembros de ETA recibieron adiestramiento fue Yemen del Sur, también en 1980".

- Lucha por la liberación nacional. "Después de estos hechos no se han detectado otros contactos o colaboraciones. Por otro lado, en todos estos casos el nexo de unión que facilita la aproximación mutua se encuentra en la concepción del terrorismo de ETA como "lucha de liberación nacional", así como en su ideología marxista-revolucionaria, conceptos ambos que favorecían la cooperación mutua por encima de la orientación más o menos radical del islam de las autoridades de Argelia, Yemen del Sur o Líbano.

- Contactos en cárceles. Por último, en el ámbito de la investigación continua de este Servicio se han obtenido indicios que revelan los contactos personales en prisiones españolas de miembros de ETA con islamistas radicales, sin que se tenga conocimiento de que la relación que haya podido existir entre ellos se haya extendido a aspectos distintos de la mera relación personal que resulta lógica entre personas que se ven obligadas a convivir en un centro penitenciario al estar privadas de libertad. A este respecto, los presos de ETA también han mantenido contactos con presos de otras organizaciones terroristas, además de las islamistas, y con presos condenados por delitos que no están relacionados con la actividad de bandas y organizaciones armadas".