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Reportaje:EL SUMARIO DEL 11-M

El artefacto desactivado en Vallecas era "sumamente básico y sencillo"

El informe remitido por la policía al juez Del Olmo afirma que "el montaje se corresponde con cualquier esquema eléctrico simple"

La mochila bomba hallada el 12 de marzo de 2004, un día después de los atentados, en la comisaría de Puente de Vallecas y que fue desactivada por los artificieros en el cercano parque Azorín era un artefacto "sumamente básico y sencillo", según el informe final elaborado por la policía y remitido al juez Del Olmo el 14 de junio del año pasado.

La mochila fue encontrada entre los bultos de las personas que viajaban en el tren que explotó en la estación del Pozo del Tío Raimundo. Su análisis permitió establecer el mecanismo de las que sí explotaron.

El informe explica que "se trataba de un artefacto de iniciación eléctrica y activación temporizada, proporcionadas ambas por un teléfono móvil".

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"La única modificación que presentaba el teléfono", añade, "era la conexión en paralelo, mediante soldadura, de dos cables, a los terminales positivo y negativo del vibrador. El reloj del teléfono marcaba la hora real, encontrándose activadas las funciones de vibración y alarma-despertador".

"Una vez que llegase la hora de alarma o despertador programada en el teléfono, del mismo modo que se activaría el vibrador, también fluiría la energía de la batería del propio teléfono al detonador, con su consiguiente iniciación y explosión de la carga".

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El informe describe las partes del artefacto: "Una bolsa de deportes o mochila para su camuflaje y transporte, un teléfono móvil como sistema de activación temporizada, una fuente de alimentación, la misma del teléfono, con la función de alimentar tanto el teléfono como el detonador, una vez se llegue a la hora prefijada, un explosivo y un detonador. Como elemento adicional porta clavos, con la función de ser dispersados como metralla".

"Este montaje", señala, "se corresponde con cualquier esquema eléctrico simple". Y explica las equivalencias entre un montaje eléctrico y el artefacto. "Lo que en el primero es un interruptor, en el segundo son el reloj y la alarma del teléfono. La fuente de alimentación sería la pila del móvil. Y la bombilla equivaldría al detonador y al explosivo".

El informe apunta que el artefacto desactivado en Vallecas guarda "determinadas similitudes con algunos utilizados por grupos terroristas contra Israel". En este sentido, señala "la utilización de clavos como metralla", el uso de bolsas para enmascarar las bombas en los lugares públicos donde son colocadas, y el sistema de activación mediante un teléfono móvil.

Respecto a este último punto, el informe explica que los móviles "permiten una gran variedad de posibilidades (...). Éstas van desde la activación del artefacto mediante la recepción de una llamada, un tono, un mensaje (como radio control), a una cita de la agenda, una hora prefijada como despertador, etc. (como temporizador)".

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