El Congreso igualará a hombres y mujeres en los títulos nobiliarios

Hombres y mujeres, iguales ante los títulos nobiliarios. El PSOE, el PP y Coalición Canaria han presentado una proposición de ley para acabar con la discriminación femenina en la sucesión a estas distinciones. Si se aprueba, heredará el título el primogénito, sea hombre o mujer. Ahora rige la preferencia masculina, establecida en el Código de las Siete Partidas (del siglo XIII) y avalada por el Tribunal Constitucional.

La proposición de ley de PSOE, PP y CC se presentó el miércoles en el Congreso. Si, tal como parece previsible, se aprueba -posiblemente este año-, acabará una discriminación histórica con refrendo reciente y que ha llevado a algunas aristócratas a pleitear con denuedo por su derecho a ostentar títulos que han recaído en sus hermanos varones.

Las normas vigentes para la sucesión en los títulos nobiliarios son las contenidas en el Código de las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio, del siglo XIII, detalla un responsable del Ministerio de Justicia. De ahí que, si el Parlamento aprueba la proposición de ley, se derogará esa normativa medieval según la cual en caso de haber hijos e hijas el varón de más edad es quien tiene derecho a heredar el título, aunque la primogénita sea una mujer. En general, las mujeres sólo pueden heredar la distinción si carecen de hermanos varones.

En su exposición de motivos, la proposición de ley señala que un título nobiliario es una distinción "meramente honorífica" cuya finalidad es mantener vivo el recuerdo histórico que motivó su concesión. Este "valor puramente simbólico" justifica que los títulos "subsistan en la actual sociedad democrática, regida por el principio de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley".

A continuación, el texto añade que las normas que regulan la sucesión en los títulos "contienen reglas como el principio de masculinidad o preferencia del varón ajustadas a los valores del antiguo régimen, pero incompatibles con la sociedad actual en la cual las mujeres participan plenamente en la vida política, económica, cultural y social". De ahí que resulte "justo" reconocer que las mujeres "tienen el mismo derecho que los varones a realizar esta función de representar simbólicamente a aquel de sus antepasados que, por sus méritos excepcionales, mereció ser agraciado por el Rey".

En el primero de sus dos artículos, la proposición concreta que hombres y mujeres tienen el mismo derecho a heredar los títulos nobiliarios "sin que pueda preferirse a las personas por razón de su sexo". Por ello, serán nulas las disposiciones que contradigan esa igualdad. Heredará el título el primogénito (tal como estableció Alfonso X El Sabio), pero al margen de cuál sea su sexo.

La proposición establece que la igualdad ante los títulos nobiliarios se aplicará a todos los expedientes que se encuentren pendientes de resolución administrativa (del Ministerio de Justicia, encargado de asignar los títulos) o de decisión judicial. El texto presentado en el Congreso excluye de las nuevas pautas los títulos propios del Rey, los del Príncipe de Asturias y los que el Jefe del Estado concede a su familia. Tampoco alude a la sucesión a la corona.

Pese a que tras la aprobación de la Constitución varias mujeres excluidas de la sucesión nobiliaria comenzaron a pleitear, el Tribunal Constitucional avaló en 1997 la preferencia del varón en la sucesión nobiliaria. Dio por buena la normativa medieval, que entre otras cosas señala que "de mejor condición es el varón que la mujer en muchas cosas o en muchas maneras". Consideró que no era contraria al principio constitucional de igualdad.

"Las afectadas son un colectivo poco numeroso, pero el daño discriminatorio no sólo era para ellas sino para la igualdad jurídica", afirma el abogado José Luis Mazón, que defendió los derechos de una de las aristócratas que más ha peleado su derecho al título frente a su hermano menor, Isabel de Hoyos.