El proceso de regularización ha reducido el número de temporeros que buscan trabajo en la fruta en Lleida
El último proceso de regularización llevado a cabo por el Gobierno central ha reducido considerablemente el número de temporeros sin trabajo que deambulan por las calles de las principales poblaciones fruteras de la comarca leridana del Segrià. Un ejemplo es Alcarràs, lugar tradicional de concentración de temporeros en anteriores campañas, donde apenas hay dos centenares de inmigrantes esperando trabajar en la recolección de la fruta, cuando hace un año cerca de un millar vivía en condiciones infrahumanas en una granja situada en las afueras de la localidad.
La situación ha cambiado mucho en Alcarràs. La granja fue demolida para evitar aglomeraciones de inmigrantes en situación irregular y el Ayuntamiento, antes del inicio de la campaña, realizó un llamamiento para que este verano se abstuvieran de acudir al municipio temporeros sin papeles porque no tendrían ninguna posibilidad de encontrar trabajo ni de acogerse a los servicios sociales que antes ofrecía en el consistorio, pagándolos, la mayoría, con su presupuesto.
El delegado de la Generalitat en Lleida, Jaume Gilabert, reconoció ayer que el número de temporeros sin trabajo que deambula por la subcomarca del Baix Segre se ha reducido de forma espectacular. Si el año pasado los inmigrantes que se alojaban en el campamento improvisado de Alcarràs eran un millar, ahora se calcula que son unos 200 como máximo, algunos con papeles y otros en situación irregular. Esta disminución se explica directamente por el último proceso de regularización de inmigrantes impulsado por el Gobierno central.
En este momento hay unas 5.000 personas trabajando en la campaña de la fruta de Lleida. La Generalitat ha gestionado 1.425 contratos en el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 22 de julio, y el resto corresponde a 3.500 contratos en origen tramitados por el sindicato agrario Unió de Pagesos (UP), principalmente en Rumania, Colombia y Marruecos.
El 40 % de los temporeros que han pasado por las oficinas móviles que el Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) ha desplegado este verano en la zona han encontrado trabajo, lo cual quiere decir que unas 350 persones se han beneficiado de este medio de contratación.
La Administración catalana ha reforzado el servicio con una tercera unidad para afrontar el periodo álgido de la campaña de recogida de la fruta, que este año destaca por la normalidad, a pesar del exceso de producción y de la baja cotización de la fruta. La Subdelegación del Gobieno central en Lleida sólo ha detectado una presunta contratación ilegal después de investigar por sorpresa un total de 70 explotaciones agrarias.
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