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Reportaje:

Yúshenko disuelve la policía de tráfico

El presidente de Ucrania declara la guerra a la corrupción de los agentes

Pilar Bonet

Los automovilistas de Ucrania manifestaban ayer confusión ante la decisión del presidente Víktor Yúshenko de suprimir el servicio de inspección de tráfico tal y como existía hasta ahora. "Las salidas a la carretera para saquear y torturar a los conductores se han acabado", dijo Yúshenko la víspera en Kiev durante una reunión con los dirigentes del Ministerio del Interior, del que depende el DAI (abreviatura de la Inspección Estatal de Tráfico).

"He advertido al ministro tres veces de que si el DAI sigue acechando entre los arbustos, desaparecerá de este país", tronó el líder, y dio un ultimátum: un día para preparar un proyecto de decreto al efecto. El documento, una vez redactado, pasará a los especialistas antes de ser presentado al jefe del Estado para su firma, según manifestó ayer la portavoz presidencial, Irina Geráschenko.

Para los conductores, muchos agentes de tráfico son salteadores de caminos que se inventan infracciones

Por lo visto, a la furia de Yúshenko han contribuido los relatos de sus paisanos de Joruzhivki, su pueblo natal. Le contaron que los inspectores de tráfico habían vuelto a cobrar sobornos, más elevados que en el pasado, con el fin de "compensar por los riesgos". Una de las proclamas de la revolución naranja era acabar con la corrupción y, tras el cambio de régimen en Ucrania, a principios de este año, los guardias de tráfico habían dejado de aceptar mordidas, según los paisanos del presidente.

El DAI tiene una plantilla de 23.000 funcionarios que cobran sueldos escasos, y que, como en otras repúblicas de la ex URSS, son la imagen viva de la pequeña corrupción. Para los conductores, los agentes de tráfico son una especie de salteadores de caminos que acechan a las víctimas en los arcenes y que están dispuestos a inventarse infracciones con tal de sacar dinero. Yúshenko es amigo del presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, y por lo visto ha tomado ejemplo de la medida adoptada tras la revolución de las rosas por el Estado caucásico. Georgia reformó el sistema de inspección de tráfico y lo sustituyó por un sistema de patrullas. El número de funcionarios se ha reducido (de 5.000 a 1.500), pero los sueldos se incrementaron.

En Ucrania, los debates sobre la reforma de la inspección de tráfico comenzaron hace meses. En febrero, el ministro del Interior, Yuri Lutsenko, anunció que el DAI sería liquidado y reemplazado por un servicio estatal de patrullas. El ministro ha prometido preparar en el plazo de una semana una propuesta radical para crear un nuevo cuerpo de inspiración europea, dedicado a la seguridad de los ciudadanos.

Los guardias de tráfico ucranios trabajaban ayer como de costumbre en las carreteras y calles, según testigos presenciales en Kiev. Los conductores reaccionaban de distintas formas a la reforma en ciernes. Algunos daban bocinazos en señal de júbilo y hacían muecas a los inspectores. Otros les regalaban flores, pero lo más frecuente era una mezcla de esperanza y preocupación. "Está bien si ayuda a luchar contra la corrupción, pero en las carreteras debe haber orden", era, según un periodista, el comentario más reiterado.

Yúshenko también desea que los policías sean "estirados, aseados y sin barriga". Quiere que entre en vigor un decreto que suprima las matrículas privilegiadas para los coches oficiales, es decir, el "derecho de pernada" por la vía pública que hoy humilla a los habitantes de otras capitales pos-soviéticas, comenzando por Moscú.

Con todo, en Kiev seguirá habiendo algunos vehículos con derechos exclusivos, entre ellos el del presidente, la primera ministra y el jefe del Parlamento.

Una agente de policía de tráfico de Ucrania controla la documentación de un conductor.
Una agente de policía de tráfico de Ucrania controla la documentación de un conductor.RUSLAN ILÉVICH

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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