Rajoy afirma en Washington que la política exterior española es "una broma"

El presidente del PP, Mariano Rajoy, asistió ayer a un desayuno de trabajo con George W. Bush en la Casa Blanca en calidad de vicepresidente de la Unión Demócrata Internacional (IDU). En la reunión fue abordada la situación de las democracias y la lucha contra el terrorismo. A la salida, Rajoy aseguró que no habían sido abordadas las relaciones entre España y EE UU, pero agregó: "Si el presidente del Gobierno me lo dice, estoy dispuesto a ayudar para que mejore la política exterior". Y agregó que esa política es ahora "una broma", y su eficacia, "dudosa".

Tras la reunión, el líder del Partido Popular fue poco explícito sobre el contenido de la conversación con el presidente de Estados Unidos, si bien precisó que no había abordado las relaciones hispano-norteamericanas: "Ni he hablado de eso ni es mi función. Las relaciones las llevan los respectivos Gobiernos. Yo, si el presidente del Gobierno me lo dice, estoy dispuesto a ayudar para que mejore la política exterior".

Rajoy relató que Bush había pronunciado algunas palabras en español en el aparte que hizo con él y con otros miembros de la dirección de la Unión Demócrata Internacional (IDU en sus siglas en inglés), pero no quiso reproducirlas. "Palabras muy amables; unas breves palabras muy correctas y muy animosas. Ha estado muy bien, pero no me pregunten más sobre eso", señaló, al tiempo que insistió en que no se había mencionado nada relacionado con España: "No he venido aquí a representar al Gobierno español, he venido a una reunión de partidos. Le he ofrecido al Gobierno un pacto en materia de política exterior. En lo que sea defender los intereses de España, estoy a disposición del Gobierno".

George W. Bush, que mantenía una especial relación con Aznar en su segundo mandato como presidente del Gobierno, nunca devolvió la llamada que el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, le hizo en noviembre de 2004 para felicitarle por su victoria electoral. El presidente norteamericano consideró que la retirada de las tropas españolas de Irak fue precipitada y, posteriormente, recibió muy mal el comentario de Zapatero desde Túnez sobre la conveniencia de que otros países retiraran también sus tropas.

Las relaciones entre los Gobiernos de España y de EE UU son ahora normales, pero por el momento no está en la agenda una visita de Rodríguez Zapatero a la Casa Blanca.

Terrorismo e injusticia

Rajoy aprovechó para criticar la afirmación de Zapatero sobre el terrorismo "como producto de un mar de injusticia universal. Perdonen ustedes, pero es una tontería muy importante ésa. Es tanto como buscarle excusas al terrorismo y decir que la culpa, en el fondo, la tienen las democracias occidentales. El terrorismo es un enemigo de quienes comparten los valores de la libertad, la democracia y los derechos de las personas, y lo que hay que hacer es combatirlo. Es uno de los retos que tenemos todas las democracias. Todos hemos visto los atentados de los últimos años, nadie se libra de ellos".

El líder del PP reprochó al Gobierno su estrategia antiterrorista y su comportamiento ante las reformas de Estatutos de autonomía. "Ha roto el Pacto Antiterrorista y no ha querido hacer el pacto de Estado para que España siga siendo lo que siempre ha sido y lo que todos queremos que sea, una nación. Y que no haya todos los días tensiones y debates absurdos sobre Estatutos de autonomía y modelos de financiación, que es el drama en el que estamos metidos".

Rajoy afirmó que ha ofrecido al Gobierno un pacto de Estado sobre política exterior. "Lo que a mí me gustaría es algo de sentido común: que España fuera un país que tuviera unos aliados normales, los que le corresponden como democracia occidental. Desgraciadamente, estamos en una extraña política, con amigos como el presidente de Venezuela, que sin duda alguna es un peligro para la región; con unas extrañas relaciones con Cuba, creando problemas en el Sáhara...".

"Yo creo", agregó, "que el Gobierno que tenemos en España es manifiestamente mejorable; tiene una política antiterrorista ininteligible, tiene a España patas arriba con todo este proceso de reformas, la política exterior es una broma y su eficacia es bastante dudosa".