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Reportaje:LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Las preguntas sin respuesta del 7-J

Los investigadores de Scotland Yard tratan de desentrañar las relaciones de los suicidas con Al Qaeda

Guillermo Altares

La policía británica ha entrevistado a más de 500 testigos y registrado siete domicilios en Leeds después de identificar a los cuatro autores de los atentados suicidas de Londres. Una persona ha sido detenida en Reino Unido, otra en Egipto y ocho en Pakistán, donde viajaron tres de los cuatro suicidas en 2004. Sin embargo, como aseguró el jefe de la sección antiterrorista de Scotland Yard, Peter Clarke, "hay muchas cosas que quedan por saber". "¿Quién les apoyaba? ¿Quién les financió? ¿Quién les entrenó? ¿Quién les incitó?", insistió Clarke. En muchos casos son preguntas cruciales para la investigación en marcha sobre el 7-J porque existe todavía la posibilidad de que la célula durmiente del barrio de Beeston, en Leeds, no fuese la única.

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- ¿Fue Khan el 'cerebro' de los atentados o existe un quinto hombre?

Bastante mayor que el resto de los miembros del grupo, Mohamed Sidique Khan, de 30 años, era una persona conocida y respetada en el barrio de Beeston y, como trabajador social, tenía una gran ascendencia sobre Shehzad Tanweer, de 22 años, y Hasib Mir Hussain, de 18. "Creemos que fue él quien arrastró a los otros", dijo una fuente policial al diario Yorkshire Post. Aunque cada vez está más claro que era el jefe del comando, la clave está en saber si Khan ha trazado el plan terrorista o hubo un cerebro de Al Qaeda detrás, una quinta persona todavía no identificada.

Algunos medios británicos aseguran que los cuatro terroristas hablaron durante unos instantes con un quinto hombre en la estación de Luton, al norte de Londres, minutos antes de su viaje mortal. La BBC ha asegurado, y Scotland Yard no lo ha negado, que un paquistaní relacionado con Al Qaeda entró en Reino Unido en junio a través de un puerto y salió poco antes de los ataques.

Sin embargo, otras fuentes indican que Khan, que formó parte en 2004 de una lista de sospechosos del MI5, aunque finalmente su nombre fue descartado, pudo haber urdido toda la trama como miembro de la red que inspira Osama Bin Laden. Un testigo aseguró que había recibido entrenamiento militar en Afganistán y, según The Independent, un miembro de Al Qaeda detenido en Estados Unidos, Mohamed Junaid Babar, de 29 años, ha afirmado que vio a Khan en una cumbre terrorista celebrada en Pakistán.

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- ¿Cuál es la conexión con el jamaicano Lindsay Germaine?

Una vecina de Khan en la localidad de Dewsbury, unos quince kilómetros al sur de Leeds, aseguró el domingo en la puerta de su casa que cuando vio la foto del cuarto miembro del comando, el jamaicano convertido al islam Lindsay Germaine, de 19 años, le reconoció inmediatamente porque había pasado allí varios fines de semana con su esposa y su hija. Sin embargo, mientras los tres primeros miembros se conocían de Beeston de toda la vida, Germaine es ajeno al barrio, aunque había vivido en Huddersfield, a 33 kilómetros de Leeds.

¿Cómo se conocieron? ¿Fue alguien de Al Qaeda quien les puso en contacto? ¿Se encontraron en Pakistán? El MI5 está investigando las relaciones de Lindsay con Omar Kyam Khan, un británico de origen paquistaní condenado hace un año por almacenar en su casa media tonelada de explosivos. La prensa estadounidense asegura que había sido investigado por el FBI por su relación con una célula de Nueva Jersey, mientras que ha sido también relacionado con Richard Reid, el británico que planeó dinamitar un avión en pleno vuelo, en diciembre de 2001, con un explosivo escondido en el zapato.

- ¿Hubo señales de advertencia que la comunidad no detectó?

"Aquí todos nos conocemos. Si yo hago algo malo en el barrio, sé que mi familia se va a enterar en 20 minutos", relataba Sajid Khan, un compañero de deportes de Tanweer y Hussain. Sin embargo, la sorpresa de Beeston al descubrir que los suicidas provenían de esta humilde barriada de Leeds parecía sincera. ¿Pero hubo signos de advertencia que nadie supo detectar? Los padres de Hussain, el más joven de la banda, estaban muy preocupados por la nefasta influencia de un tal Mister K. que había inculcado al adolescente "una forma diferente de islam".

Muchos habían detectado la paulatina radicalización de los futuros suicidas. Aunque los responsables de las tres mezquitas de Beeston, todos moderados, aseguran que no expulsaron por su radicalismo a ninguno de los tres, varios testigos dicen lo contrario. "Fueron expulsados, pero no conozco el motivo", afirmó Razaq Raj, un profesor en la Universidad de Leeds. "Aquí no ha habido ninguna actividad radical", protestó Mohamed Sarwar, secretario de la mezquita Cachemira, que frecuentaron los tres.

- ¿Tenían cómplices?

Naveed Fiaz, un trabajador social que frecuentaba a Khan, Hussain y Tanweer, es por ahora el único detenido en Reino Unido por los atentados. En El Cairo fue arrestado el viernes Magdi Alnashar, de 33 años, doctorado en química por la Universidad de Leeds, que alquiló el piso de Alexandra Grove, en el norte de la ciudad, donde la policía cree que se fabricaron las bombas. Alnashar, que niega cualquier relación con los hechos, pudo ser el químico que ayudó a la banda a preparar el explosivo artesanal TATP. En Pakistán, donde viajaron Khan, Tanweer y Hussain, hay ocho detenidos. Pero el círculo en Reino Unido puede ser más amplio.

- ¿Contaron con ayuda y financiación exterior?

Según relató un amigo del grupo a The Sunday Times, su paulatina conversión al integrismo coincidió con la apertura en Beeston hace cuatro años de la librería Iqra, que está siendo concienzudamente registrada por la policía desde el sábado. Su dueño, según la prensa local, volvió a Pakistán hace dos meses.

- ¿Cuándo decidieron convertirse en terroristas suicidas?

Los tres de Beeston se conocían de siempre y frecuentaban los mismos lugares (el centro social Hamara, la mezquita Cachemira, el parque con los campos de deporte, los comercios de la calle principal del barrio), pero no está claro el momento en que Khan tejió su red sobre los otros dos, ni cuándo se hicieron íntimos (sus grupos de edad son bastante diferentes), ni mucho menos cuándo decidieron convertirse en terroristas suicidas.

Numerosos amigos y familiares entrevistados en Beeston insisten en que no notaron ningún cambio en las semanas anteriores al 7-J. Sin embargo, el semanario The Observer señaló que Khan sufrió una transformación radical el pasado verano al volver de Pakistán, lo que le llevó a tener graves problemas con su esposa, y que en primavera los miembros del grupo realizaron sus primeros viajes a Londres para preparar su jornada de terror.

- ¿Qué hizo Hussain durante 81 minutos en Londres con la bomba en la espalda?

Tras llegar de Luton, todo indica que Hussain tuvo que cambiar de planes al encontrar cerrada la línea norte (los otros tres suicidas partieron en metro en direcciones este, oeste y sur) y que vagó por Londres con una mochila llena de explosivos hasta hacer estallar el autobús de la línea 30. Pero estos 81 minutos perdidos del adolescente han causado una enorme inquietud en la policía.

Al difundir la imagen de Hussain, Clarke, el jefe antiterrorista de Scotland Yard, preguntó a los ciudadanos: "¿Vio a este hombre en King's Cross? ¿Estaba solo o iba acompañado? ¿Sabe el camino que recorrió desde la estación? ¿Sabe cuándo y dónde subió al autobús 30?". Son cuestiones cruciales porque varios diarios británicos han especulado con la posibilidad de que entregase explosivos fabricados en el apartamento del norte de Leeds a otro comando o que llamase a alguien para pedir instrucciones.

Cada paso en la investigación de la jornada infernal abre nuevos interrogantes, mientras cierra otros. ¿Eran realmente suicidas o fueron engañados? ¿Dónde pasaron la noche del miércoles? ¿Por qué dejaron un coche cargado de explosivos en Luton? ¿Recibieron entrenamiento militar en Pakistán? ¿A las órdenes de quién?

Todo eso sin contar con las preguntas que comienzan a abrirse sobre los posibles fallos de los servicios secretos, ya que cada vez hay más indicios que apuntan a que tanto Khan como Germaine habían estado alguna vez en el foco de la policía antiterrorista.

La cuestión más importante, en cualquier caso, no tiene por ahora una respuesta: ¿cómo cuatro jóvenes británicos pudieron convertirse en terroristas suicidas?

Copia del pasaporte de Mohamed Sidique Khan.
Copia del pasaporte de Mohamed Sidique Khan.EFE
Copia del pasaporte de Shehzad Tanweer.
Copia del pasaporte de Shehzad Tanweer.EFE

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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