España defiende hoy en Bruselas que se retrase la reforma del azúcar

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea debatirán hoy por primera vez la propuesta comunitaria para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar. España defenderá el retraso en la negociación de la misma hasta la celebración de la reunión a finales de año de la Organización Mundial de Comercio. Once países, encabezados por España, se hallan en contra de la propuesta comunitaria.

Estos países consideran que esta propuesta beneficia fundamentalmente a los países con rendimientos más elevados por hectárea y con producciones excedentarias como Alemania o Francia. Agricultores de varios países, entre ellos España, se manifestarán hoy en Bruselas contra los planteamientos de la Comisión.

En este primer debate sobre la futura reforma del azúcar, España va a defender en primer lugar la conveniencia de que la misma se negocie en el primer semestre del próximo año cuando se conozcan los compromisos de la reunión de la Organización Mundial de Comercio. Agricultura rechaza que se adopten acuerdos sin saber el resultado de esa cumbre de la OMC.

España se muestra contraria a una reducción de los precios y tan elevada como se propone del 39% en el azúcar y del 42,6% para la remolacha, que en el caso de España es del 48%, mientras ese recorte solamente se compensa en un 60%.

Agricultura estima que si no hay fondos suficientes para la política de compensaciones, no se debería proponer una rebaja tan drástica de los precios institucionales y que la misma se llevará a cabo además en un periodo más amplio frente a los dos años propuestos inicialmente por la Comisión.

En contra de esa reducción tan fuerte de los precios se han manifestado igualmente los países de la ACP (África, Caribe Pacífico) así como los PMM (Países Menos Avanzados) que, en teoría eran los beneficiarios de esa política. Para España es igualmente importante que la parte de la ayuda desacoplada (pago desligado de la producción) sea inferior a la propuesta por Bruselas y que aumentara el montante de fondos como pago desacoplado ligado al mantenimiento de la actividad productiva para evitar abandonos de cultivos y la destrucción del tejido económico y social de muchas zonas.

Agricultura, a cuyo frente está Elena Espinosa, entiende que, al igual que ha sucedido en otras producciones, los Estados miembros deberían tener la posibilidad de decidir los porcentajes de desacoplamiento en función de las circunstancias de cada zona.

España reconoce que hay excedentes de azúcar en el marco comunitario, pero estima que Bruselas pretende unos recortes más allá de sus necesidades y que además los mismos se quieren aplicar de una forma desequilibrada entre los países miembros cuando deberían afectar fundametalmente a las zonas más excedentarias de azúcar.