La Junta autoriza el consumo de agua del pantano de Iznájar tras 5 días de prohibición

La Delegación Provincial de Salud en Córdoba levantó la noche del sábado la prohibición de beber y cocinar con el agua procedente del pantano de Iznájar. Unos 166.000 habitantes de una veintena de pueblos de la provincia se vieron afectados por esta medida, que se tomó tras realizarse unos análisis en los que la concentración en el agua de terbutilazina, un herbicida utilizado en el olivar, superaba los límites legales. Se cierran así cinco días de prohibición. Salud y la Diputación, responsable del mayor embalse de Andalucía, han tratado el agua con carbón activo, que en otros casos ha neutralizado el plaguicida.

Además, se han revisado otras cotas del pantano para ver si también estaban contaminadas. Finalmente, en la noche del sábado, los análisis determinaron que la cantidad de herbicida presente en el agua se ajustaba a lo que marca la ley, es decir, que no superan los 0,1 miligramos por cada litro. Los informes los han elaborado técnicos de un laboratorio de Alicante.

En un comunicado remitido ayer por la Diputación, el presidente de esta institución, Francisco Pulido (PSOE), destacó el papel que ha jugado la Empresa Provincial de Aguas (Emproacsa) para solucionar el problema ya que "ha sido primordial a la hora de normalizar la situación en un plazo corto de tiempo".

Pulido también sostuvo que "el ejemplo dado por la población debería hacer reflexionar a algunos políticos que han demostrado no estar a la altura de una sociedad que se ha proyectado más sabia de lo que éstos la creen y muy por encima de la falta de rigor y seriedad con la que han actuado quienes han querido aprovecharse de una situación mientras otros nos hemos volcado a trabajar para resolver el problema".

Estos cinco días de prohibición han dejado una ristra de acusaciones por parte de la oposición. El PP, que no gobierna en ninguno de los municipios que oficialmente estaban afectados por la prohibición, ha sembrado dudas y sospechas sobre la gestión de la Junta y la Diputación y ha pedido que el asunto se investigue en el Parlamento autonómico. IU, que sí tiene una amplia representación en los pueblos en los que se prohibió consumir agua corriente y maneja datos de primera mano, atacó desde Almodóvar del Río. En este municipio, que gobierna la coalición, aparecieron dos informes del mes de marzo en los que se alertaba de que los niveles de terbutilazina podrían estar por encima de lo que marca la normativa. Acusaron a Salud de conocerlo y no hacer nada.

Según la delegada de Salud, María Isabel Baena, no había constancia de estos informes, ya que no habían sido comunicados de manera oficial. Además, tampoco se ajustaban a lo que establece la ley, porque no habían sido corroborados con un contraanálisis a las 24 horas. IU ha solicitado a la Diputación que facilite los informes relativos a la concentración de terbutilazina realizados en los últimos meses por la empresa que gestiona el pantano.

El PP se sumó ayer a esta petición. El portavoz adjunto del PP en el Parlamento andaluz, Salvador Fuentes, exigió a la consejera de Salud, María Jesús Montero, que informe ante la Cámara "de los registros de análisis e incidencias en la gestión del abastecimiento de agua del pantano de Iznájar de los dos últimos años". El parlamentario popular afirmó que Montero "deberá explicar en el Parlamento de Andalucía el contenido y la puesta en práctica del programa de vigilancia sanitaria del agua de consumo humano aplicado en la zona de suministro del pantano de Iznájar", ya que es su Consejería "la que tiene que velar para que se realicen las inspecciones sanitarias periódicas del abastecimiento".

Al margen de las sospechas y dudas, tras el problema de Iznájar la Junta ha decidido impulsar la prohibición de utilizar en el olivar este tipo de herbicida, que ya obligó a tomar decisiones similares en Jaén y Sevilla.