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Reportaje:

El azote del Rey Mohamed VI

El movimiento de solidaridad con el Polisario prepara expediciones semanales a El Aaiún

Gurutze Irizar vivió los primeros 15 años de historia de los campamentos saharauis en Tinduf (Argelia). Con marido e hijos saharauis. Y ahora las autoridades marroquíes no le dejan ni bajar del avión en el aeropuerto de El Aaiún. A ella y a una expedición formada por una treintena de parlamentarios de todos los partidos vascos, responsables de asociaciones simpatizantes del Frente Polisario, un juez y un alto cargo del Gobierno vasco que intentaron entrar el miércoles en el Sáhara Occidental.

En vez de policías, como al resto de expediciones que han intentado romper el cerco informativo para conocer qué está pasando con los derechos humanos en el Sáhara Occidental, la expedición vasca fue recibida por un comité de recepción. "Era grupo con indumentaria saharaui, conducido por el número dos del Ayuntamiento. Nos hicimos la ilusión de que hasta nos iban a dejar pasar", relataba ayer en el aeropuerto de Loiu Gurutze.

"Nos habló en muy buen tono, que quería subir a dialogar con nosotros..... Le dijimos que el avión era territorio español y que si quería hablar, que nos dejara bajar. Se puso muy nervioso". Entonces, las buenas formas y el pretendido talante, con cámaras de televisión autóctonas incluido para pasar luego las imágenes en la televisión marroquí, dieron paso a los empujones, el rifirrafe y el griterío cuando intentaron abordar el avión. Casi una hora de empellones. "Nos han tratado como a delincuentes, con policías que nos impedían salir. ¿Cómo es posible que pase esto con una delegación de representantes elegidos por el pueblo", clamaba Gurutze. Las fuentes alternativas les sirvieron para conocer, vía periodistas que habían logrado entrar por vericuetos probablemente inconfesables, que "la ciudad estaba tomada y el aeropuerto,blindado". Por eso les preguntaron a las autoridades marroquíes: "¿Qué tenéis que ocultar? Si no dejáis pasar para comprobar si hay una represión feroz, lo que sospechamos es que no son maniobras informativas, tienen mucho que ocultar".

La lección del viaje es que "esto les molesta terriblemente". Y fían el final del apagón informativo a la presión popular, los viajes semanales o a las preguntas parlamentarias al ministro Moratinos. Así lo cree también el director de Cooperación y Desarrollo del Ejecutivo vasco, Igor Irigoien: "Lo que ha pasado nos lleva a la preocupación absoluta porque cuando la posición de Marruecos es tan extrema: impedir el paso de manera impune, la respuesta debe ser que no les puede salir gratis. Hay que mantener la presión con vuelos semanales. Y aquí, presionar al Gobierno español", dice.

Gurutze Irizar sostiene la bandera de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), ayer junto al grueso de la expedición en Loiu.
Gurutze Irizar sostiene la bandera de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), ayer junto al grueso de la expedición en Loiu.FERNANDO D. ALDAMA
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