Un juez declara improcedente el despido de un 'sin papeles' que quería regularizarse

Carecer de papeles no equivale a no tener derechos. El juzgado de lo social número de 9 de Valencia ha declarado improcedente el despido de un ciudadano boliviano que trabaja sin permiso de trabajo, sin alta en la Seguridad Social y sin permiso de residencia para una empresa de hostelería de Valencia. La relación laboral del trabajador inmigrante con la empresa en la que prestaba sus servicios se remonta a mediados de septiembre del año pasado, según se recoge en el fallo judicial, con fecha de cinco de julio.

El despido se produjo de forma verbal el pasado 22 de marzo, después de que el trabajador solicitara al responsable de la empresa que le realizara un contrato de trabajo que le permitiera acogerse al proceso extraordinario de regularización, según explicó ayer CC OO-PV en un comunicado emitido. La sentencia, de hecho, en los fundamentos de derecho también explica que el empresario reconoció que "no estaba interesado en formalizarle propuesta de contrato de trabajo para acogerse a la regularización de extranjeros iniciada el 7 de febrero pasado".

CC OO-PV destacó ayer la importancia de la que considera primera sentencia de este tipo conocida en territorio valenciano como consecuencia del citado proceso de regularización. El sindicato destacó que la sentencia reconoce "al trabajador los mismos derechos que cualquier otro en situación regular, sea inmigrante o autóctono".

La sentencia, recurrible, condena a la empresa a readmitir al trabajador o a abonarle una indemnización de 789,13 euros. La empresa, además, ha sido condenada a pagar los salarios que el trabajador de origen boliviano ha dejado de percibir desde el momento en el que fue despedido, en una cantidad fijada en los 34,31 euros al día.