_
_
_
_

La UE establece elevadas multas para los vertidos contaminantes al mar

La norma sale adelante, tras dos años de polémica, con el voto en contra de Grecia y Malta

Gabriela Cañas

La catástrofe del Prestige, el buque que en noviembre de 2002 vertió 64.000 toneladas de fuel pesado al Atlántico, es el origen de una norma europea que quedó ayer aprobada. Esta directiva impone multas hasta 10 veces más elevadas que las actuales (1,5 millones de euros para los casos graves) y exige a los países miembros que establezcan penas de prisión que podrían ser de hasta tres años por vertidos muy contaminantes en aguas europeas. Desde el armador hasta el capitán o la sociedad de clasificación de los buques pueden ser condenados por ello.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE, reunidos ayer en Bruselas, dieron la luz verde a esta directiva que la Comisión Europea había puesto sobre la mesa apenas cuatro meses después de la catástrofe del Prestige. No hubo debate, pues era un mero procedimiento formal, pero sí una votación en contra de Grecia y Malta y la abstención de Chipre, que no admiten el establecimiento inmediato de penas homogéneas de cárcel.

Los otros 22 países de la UE dieron su aprobación a esta norma que, sin embargo, sí pide a los países miembros que legislen para sancionar con penas de privación de libertad a los responsables de los casos más graves de contaminación marina. La norma entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la UE, es decir, en unos pocos días, y que tratará de atajar la enorme contaminación de los mares.

Sólo en el Mediterráneo se calcula que se vierten cada año entre 100.000 y 150.000 toneladas de productos tóxicos. En total, según los datos que maneja Bruselas, hay unos 292 vertidos anuales sólo en el Mar Báltico y casi 1.700 en el Mediterráneo. En la mayor parte de las ocasiones se trata de pequeños vertidos -como los producidos por la limpieza de las bodegas o sentinas- que apenas son perseguidos.

Las normas marítimas internacionales ya permiten a los países perseguir este tipo de vertidos e incluso sancionarlos de forma más estricta, como acaba de decidir la UE, pero una de las novedades de la directiva aprobada es que se podrá perseguir no sólo al propietario o al capitán de barco; también a toda la cadena implicada: armador, fletador y sociedades de clasificación, para que los responsables no puedan zafarse de la justicia como hasta ahora tras banderas y sociedades de difícil localización. Cualquier eslabón de esa cadena es susceptible de ser acusado de haber causado o contribuido a causar una contaminación ilegal de forma intencionada o por negligencia grave.

Negligencias graves

"Los vertidos ilegales y las negligencias graves deben ser combatidas a cualquier precio: la amenaza de sanciones penales ayudará a proteger nuestras costas", ha declarado el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot. "No podemos tolerar por más tiempo las contaminaciones internacionales y las negligencias graves que comente una minoría y que no son conformes con las normas internacionales, además de dañar la imagen de la industria marítima".

Una decisión marco que acompaña a la directiva aprobada ayer establece techos máximos para las multas a imponer. Las multas deben situarse entre los 150.000 euros y los 1,5 millones de euros para los vertidos más graves, que son los que causen un mayor daño ambiental tanto a la fauna como a la flora de la zona afectada. Son multas que en ocasiones suponen multiplicar por diez las sanciones actuales. Letonia, por ejemplo, aplica ahora multas de sólo 15.000 euros. "Lamento personalmente que los países miembros no hayan sido capaces de llegar a un acuerdo sobre las penas de prisión, aunque la mayor parte de los países ya prevén penas de cárcel para este tipo de delitos", ha señalado el comisario europeo de Justicia, Franco Frattini.

La norma aprobada obliga a los países miembros a cooperar estrechamente en la persecución de estas infracciones. Al penalizar los vertidos contaminantes, aunque éstos se produzcan lejos de la costa, será necesario perseguir al buque allá donde atraque, razón por la cual será necesario que el país en cuyo puerto esté el barco buscado colabore con las autoridades del otro país.

Voluntarios limpian el fuel vertido del <i>Prestige</i> junto al cabo Touriñán (A Coruña) en 2002.
Voluntarios limpian el fuel vertido del Prestige junto al cabo Touriñán (A Coruña) en 2002.ULY MARTÍN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_