Un estudio con gemelos concluye que los genes influyen más que el ejercicio en el nivel de colesterol
Aunque llevar un estilo de vida saludable es bueno, los genes influyen mucho más (aproximadamente un 70%) a la hora de controlar el llamado colesterol malo (las lipoproteínas de baja intensidad o LDL). Ésta es la conclusión de un estudio realizado con 41 parejas de hermanos gemelos por investigadores del laboratorio de Berkeley (California) del Departamento de Energía de Estados Unidos, que ha publicado la revista American Journal of Clinical Nutrition.
El trabajo se hizo a partir de gemelos (personas con los mismos genes) que llevaban estilos de vida muy diferentes. Mientras uno de ellos es aficionado al deporte, el otro es calificado como un "saco de patatas" por los científicos. Los investigadores midieron los niveles del colesterol malo de cada pareja después de darles dietas ricas en grasas (que hacen subir el colesterol) o bajas.
Los voluntarios siguieron con su vida habitual: el que hacía ejercicio lo seguía haciendo; el otro, continuaba llevando una vida más sedentaria. Cada seis meses se midió el nivel de colesterol de cada uno, y se comparó con el que tenían antes.
Para medir los resultados, los investigadores construyeron una tabla. Si los niveles de colesterol subían lo mismo en los dos hermanos, independientemente del ejercicio que hicieran, se les otorgaba un 1. Si la concentración de LDL en el que hacía una vida más sana se mantenía mientras que en el otro se disparaba, se les daba un uno. El resultado fue que la correlación entre dieta y nivel de colesterol era un 0,7. "Si en un hermano el colesterol se disparaba al darle una dieta rica en grasas, en el otro también lo hacía; si en cambio uno conseguía mantener un nivel de colesterol bajo, a su hermano le pasaba lo mismo", explican los investigadores en el informe. Ello quiere decir que aproximadamente un 70% de la variación en el nivel de colesterol se debe a los genes.
Estos resultados coincidían en aquellas parejas de hermanos que tenían propensión a tener el colesterol alto y en las que eran capaces de mantenerlo bajo. "Nuestro experimento muestra lo importantes que son los genes. Algunas personas tienen que tener cuidado con los que comen, mientras que otras pueden elegir más libremente", afirma el director del ensayo, Paul T. Williams.
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