La disolución del Gobierno rumano compromete el ingreso en la UE
La dimisión en bloque del Ejecutivo anunciada el jueves por el primer ministro de Rumania, Calin Popescu Tariceanu, coloca a la joven democracia rumana en una doble encrucijada: De un lado el país lucha contrarreloj para cumplir los compromisos adquiridos con la UE -reforma de la justicia, lucha contra la corrupción, protección del medio ambiente y libre competencia- con vistas a conseguir la adhesión en enero de 2007. Del otro, para afrontar esta tarea necesita un modelo que hoy sólo parece posible tras la celebración de elecciones anticipadas. Sobre ambos procesos planea una batalla política sin precedentes.
La idea de una nueva consulta electoral no es nueva, aunque la gota que ha colmado el vaso ha sido el bloqueo por parte del Tribunal Constitucional, a instancias de la oposición, del paquete legal para la reforma de la justicia. La sentencia del alto tribunal compromete el objetivo de lucha contra la corrupción en el sistema judicial rumano, según el Gobierno.
La brecha abierta entre el Ejecutivo, que ya había defendido la ley en el Parlamento, y los miembros del alto tribunal ha sido determinante para que el primer ministro optara por disolver su Gobierno y convocar elecciones anticipadas. "Algunos sectores de la justicia continúan influenciados por quienes les han permitido determinados privilegios", declaró Tariceanu en conferencia de prensa. Y añadió: "El pueblo de Rumania decidirá ahora si quiere o no incorporarse a la UE cumpliendo los compromisos adquiridos".
Los liberales, en cabeza
Según el último sondeo, la coalición demócrata-liberal en el gobierno, obtendría, si se celebraran hoy las elecciones, un 50% de los votos frente al 28,5% del PSD, el partido de la oposición. Los escándalos que relacionan a miembros del partido del anterior primer ministro Adrian Nastase con los presuntos responsables del secuestro de tres periodistas rumanos en Irak, y la imputación al ex presidente Ion Iliescu de la responsabilidad última en los episodios de violencia contra la población protagonizados por los mineros en 1990 y 1991, parecen haber desgastado su fuerza electoral.
El próximo miércoles, la dimisión del Gobierno se hará efectiva, salvo sorpresas, en sesión extraordinaria del Parlamento. La fecha inicialmente prevista para la consulta electoral es el próximo 2 de octubre. Apenas 20 días después, la Comisión Europea publicará su informe de control sobre Rumania. En este momento se decidirá si el país se incorpora a la UE, junto a Bulgaria, en enero de 2007, o si se activa, por incumplimiento de los compromisos adquiridos, la cláusula de salvaguardia que prorrogaría su integración hasta 2008.
"Cada día, cada semana, cada mes, cuenta", declaraba el Comisario Europeo para la ampliación, Olie Rehn, al conocer el anuncio de dimisión del Gobierno rumano. La inminencia del verano y la campaña electoral tras las vacaciones no parecen ser los mejores aliados para favorecer la entrada de Rumania a la UE.
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