ERC exige que España pida perdón por el uso de armas químicas en la guerra del Rif
Esquerra Republicana (ERC) se ha propuesto que España pida perdón a los rifeños en particular y a los marroquíes en general por la indiscriminada utilización de armas químicas por parte de las tropas españolas entre 1920 y 1927, la última etapa de la guerra del Rif.
El portavoz del grupo parlamentario de Esquerra en el Congreso, Joan Tardà, viajará el próximo martes a Marruecos para entrevistarse con representantes de una veintena de organizaciones rifeñas que reivindican la restitución de la memoria histórica de sus compatriotas fallecidos por el gas mostaza y otras armas químicas. Estos efectos, según denuncian varias organizaciones, todavía perviven en esta región marroquí.
El objetivo final de ERC es presentar una proposición no de ley en el Congreso en la que se inste al Gobierno español a investigar los efectos de la guerra química en el norte de Marruecos y a promover algún tipo de acto de desagravio para las víctimas que sufrieron estos ataques. Joan Tardà confía en que el PSOE acabará por apoyar esta movilización: "El sector más joven del PSOE está concienciado sobre los efectos de las armas químicas y quiere conocer qué ocurrió exactamente en el Rif; creo que podremos llevar adelante esta iniciativa".
La venganza de Annual
Tardà agrega: "Durante muchos años, sólo un reducido núcleo académico y algunas asociaciones locales de afectados se han interesado por lo que ocurrió verdaderamente en esta guerra, ya viene siendo hora de que el Congreso se implique en ello". Tardà recuerda: "Por fortuna, ya nadie duda de que las armas químicas fueron empleadas a gran escala en el Rif, ahora falta que esto se dé a conocer y se actúe en consecuencia".
El desastre de Annual, la batalla que acabó con la vida de más de 15.000 personas, fue el desencadenante de la utilización masiva de gas mostaza por parte de las tropas españolas. Tras tan estrepitosa derrota, el ejército español no tuvo reparos en utilizar productos como fosgeno, difosgeno, cloropicrina o el mismo gas mostaza contra la población civil. Desde la artillería o mediante bombardeos aéreos, numerosas localidades rifeñas recibieron los ataques de unas armas con un gran poder destructivo. La gente se quedaba ciega, se les ennegrecía la piel o, directamente, la perdían. El ganado también resultó afectado, así como los ríos de la zona, que quedaron contaminados.
La guerra colonial acabó en 1927 y con ella cesaron los ataques. Desde entonces, sólo los historiadores y algunas entidades como la Asociación de Defensa de las Víctimas de la Guerra del Gas Químico en el Rif han trabajado para conocer el alcance de la tragedia. Esta asociación, constituida en 1999 y a menudo silenciada por el régimen de Mohamed VI, reclama que España reconozca sus crímenes y pida perdón.
En su viaje al Rif, Tardà también se entrevistará con las entidades que reclaman la realización de estudios epidemiológicos que pongan cifras a lo que muchos médicos denuncian en la región: el Rif sigue registrando, a día de hoy, la tasa de cáncer más elevada de Marruecos. "España debería trabajar y aportar medios sanitarios para atender esta realidad", afirmó Tardà, quien espera que su proposición no de ley entre en el Congreso antes de las vacaciones de agosto.
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