Los populares aseguran que la reforma aprobada refuerza "la estabilidad política e institucional"

"Esta es la reforma de la estabilidad política e institucional". El portavoz parlamentario del PP, Serafín Castellano, aseguró que el nuevo Estatut es un texto "con altura de miras y sin complejos" que ha permitido a los valencianos ganar influencia en el conjunto de España siendo respetuosos con la Constitución. El Consell y el PP, con Francisco Camps a la cabeza, cedieron ayer el protagonismo político al portavoz parlamentario, Serafín Castellano, y a su adjunto, Rafael Maluenda, que monopolizaron el largo y denso pleno en el que se aprobó la reforma del Estatut.

El portavoz popular, junto a Pla, defenderá la reforma estatutaria en el Congreso

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dejó ayer que los focos de las cámaras se centrasen en su portavoz parlamentario. La persona a la que, tras unos primeros titubeos iniciales, acabó por otorgar toda la responsabilidad de llevar a puerto la reforma del Estatut. Y Castellano volvió ayer a cumplir con el cometido, que tendrá que rematar dentro de unos meses defendiendo la reforma en el Congreso de los Diputados.

El portavoz parlamentario intervino sólo en dos ocasiones. Por la mañana para evitar que el portavoz adjunto Rafael Maluenda se saliese de la pista, como ya hizo en el debate en comisión, en la defensa del valenciano y acabase arremetiendo como elefante en cacharrería contra la Universidad y el mundo de la ciencia y la cultura. Castellano se repartió el tiempo con el portavoz adjunto socialista Antoni Such para argumentar, aunque por razones diferentes, el rechazo a las enmiendas de Esquerra Unida que pedían una definición explícita de la unidad lingüística del valenciano y el catalán en el Estatut y una potenciación de las políticas de normalización lingüística.

Castellano defendió la tesis del PP de mantener la denominación singular del valenciano separada de la de catalán. Pero sin ofender a nadie. Hasta el punto de que en la tribuna de invitados las autoridades académicas se vieron sumergidas en el sopor.

Maluenda fue el encargado de argumentar el rechazo a todas las enmiendas presentadas por Esquerra Unida y defendidas por Joan Ribó.

Y al final volvió a aparecer Serafín Castellano en la explicación de voto del PP. En ese momento, en los 15 minutos de gloria, el portavoz del PP trazó dos líneas argumentales: la reforma tiene un alto grado de consenso social aunque haya sido rechazada por Esquerra Unida y es este partido, en opinión de los populares, el que se empeña en reabrir el conflicto sobre los símbolos y las señas de identidad que se acuñaron en el actual Estatut.

"Esta es la reforma del centro político, porque es la de la moderación y el consenso", aseguró Castellano, que añadió: "23 años después del Estatut reafirmamos y consolidamos las señas de identidad y decimos basta al mercantilismo. No juguemos más con nuestras señas de identidad". Para Castellano, la reforma ahora tiene que "demostrar que está hecha para los ciudadanos".

El portavoz popular fue elegido con los 46 votos -todos los presentes- de su grupo parlamentario para defender la reforma en el Congreso. Un lugar donde será recibido por Zaplana, ausente en todo este proceso.