De presencias y ausencias
Un secretario de Estado y una dirigente del PP, únicos cargos nacionales en la aprobación de la primera reforma
El pleno de debate y aprobación de la reforma estatutaria más temprana de España contó ayer con una representación local, pero también con llamativas ausencias. En el palco de invitados estuvieron desde primera hora los ex presidentes de la Generalitat Joan Lerma y José Luis Olivas. Eduardo Zaplana, primera autoridad autonómica durante siete años, tampoco acudió ayer a la cita en las Cortes. Sí viajó hasta Valencia la responsable de Política Autonómica y Local del PP, Soraya Sáenz de Santamaria.
En representación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, además del delegado Antoni Bernabé, estuvo la secretaria de Estado de Cooperación Territorial, Ana Leiva, quien definió el proceso culminado ayer como un ejemplo claro de "cooperación entre administraciones" y se mostró convencida de que durante la tramitación de esta proposición de ley en las Cortes Generales se respetará el texto. No acudió en esta ocasión ningún ministro.
La tribuna de invitados sí reunió a tres ex presidentes de las Cortes Valencianas: el socialista Antonio García Miralles, que destacó el consenso entre los dos partidos y deseó que EU pudiera incorporarse al mismo, la popular Marcela Miró, que se mostró satisfecha con el acuerdo, o Héctor Villalba. "Estoy satisfecho porque se ha conseguido el acuerdo, pero insatisfecho porque se podía haber llegado más lejos", dijo. El municipalismo valenciano también arropó el pleno de ayer con la presencia de alcaldes de uno y otro partido. Ninguno de los presidentes de las diputaciones provinciales acudió.
Entre los invitados más madrugadores estaban la diputada de IU y miembro del Congreso de los Diputados Isaura Navarro y la coordinadora general de EU, Glòria Marcos, a las que inicialmente no se les permitió el acceso a este palco porque no tenía bucata reservada. En los pasillos, Marcos lamentó este episodio, que consideró "un error más político que protocolario". "Ha sido un ninguneo", denunciaron.
La jornada también arrojó anécdotas y situaciones más desenfadadas. Así el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Maluenda, dedicó los últimos minutos del debate de enmiendas a agradecer su apoyo al presidente Francisco Camps, al portavoz Serafín Castellano, a los ponentes de la reforma, a todo el personal de las Cortes, a los medios de comunicación y a su familia. El socialista Antoni Such también tuvo palabras de agradecimiento para los implicados y deseó: "Todos haremos que este Estatut sea de futuro".
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