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Entrevista:BENITA FERRERO-WALDNER | Comisaria de Exteriores de la UE | EL FUTURO DE EUROPA

"La Constitución no ha muerto, la hemos congelado"

Benita Ferrero-Waldner, austriaca, de 56 años, comisaria europea de Relaciones Exteriores, tiene una experiencia diplomática tan dilatada como su optimismo. La crisis europea, tras el rechazo franco-holandés a la Constitución y el fracaso del debate presupuestario, se convierte en "un paso atrás... para dar dos adelante". Europa, dice sonriente, sigue funcionando.

Pregunta. ¿Ha muerto la Constitución en su forma actual?

Respuesta. No, la hemos congelado. Está en una fase de reflexión.

P. El no franco-holandés se empieza a interpretar como un rechazo a la entrada de Turquía. ¿Se sostiene ese análisis?

R. No, yo creo que ese análisis es demasiado corto, aunque es cierto que todavía no hemos digerido la ampliación hacia el Este y a lo mejor tenemos que frenar un poco el proceso.

"Somos un polo de atracción para los de fuera, pero algo falla para los de dentro" "Tenemos que escuchar a la sociedad, hacer autocrítica y ver dónde podemos mejorar"
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P. A veces se culpa a la ampliación de problemas derivados de la globalización o de políticas económicas erróneas.

R. Así es.

P. Entonces, centrarse en la ampliación, ¿no es una forma, para la clase política europea, de evadir su responsabilidad en la actual crisis?

R. No, para nada. Hemos analizado los temas que han estado detrás del rechazo. Había cuestiones internas, como el desempleo, y mil cosas más: el miedo a la globalización, la directiva sobre servicios, la omisión de las raíces cristianas en el preámbulo del tratado... Y también el tema de la integración de Turquía. Eso hay que decirlo así.

P. La Comisión decidió ayer mantener la negociación con Turquía. En el debate, usted planteó algunas objeciones. ¿Cuáles?

R. Ayer definimos el marco técnico del comienzo de la negociación. Pero aunque fuera una cuestión técnica, no podemos olvidar el contexto político. Lo que yo dije es que hay que tomar en cuenta el criterio de la capacidad de absorción de la UE. Es un debate que se da en muchos países, sobre dónde están las fronteras de Europa.

P. ¿Estamos ahora en condición de definir esas fronteras?

R. No. No es la Comisión la que puede decidir eso, sino los Estados miembros. Cada uno tendrá que decidir adónde quiere ir.

P. ¿No cree que Turquía podría convertirse en el chivo expiatorio del fracaso de la Constitución?

R. Sólo puedo decir que hemos decidido este marco técnico, que empezaremos las negociaciones el 3 de octubre, pero que al final lo decisivo será el voto unánime de los Estados miembros. Será un proceso muy meticuloso.

P. ¿Podría tener este frenazo consecuencias negativas para los países en lista de espera? Por ejemplo, para el frágil equilibrio político en los Balcanes, o para la transición democrática en Ucrania, o en la propia Turquía.

R. Nosotros mantenemos nuestra política. Lo que hay es quizás un pequeño freno, un paso atrás para después dar dos pasos adelante. Es verdad que estos países esperan mucho de nosotros, pero es interesante ver que, por un lado, somos un polo de atracción para los de fuera, pero que algo no funciona para los de dentro, y tenemos que preocuparnos de los dos.

P. Tony Blair ha irrumpido con una visión más pragmática, frente a los pronunciamientos retóricos. ¿Puede ser la presidencia británica una oportunidad para conectar con los ciudadanos?

R. Si efectivamente lo logra, tanto mejor. Ayer en la Comisión decidimos también un plan de diálogo con la sociedad. Tenemos que escucharla, pero también poner soluciones sobre la mesa. Tal vez hemos regulado demasiado. Hay que reducir y simplificar normas. Tenemos que hacer autocrítica y ver dónde podemos mejorar.

Benita Ferrero-Waldner, ayer en Madrid.
Benita Ferrero-Waldner, ayer en Madrid.LUIS MAGÁN

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