"El problema de Galicia no es de identidad sino estar en el furgón de cola"
Emilio Pérez Touriño, de 56 años, doctor en Ciencias Económicas, se convertirá el próximo julio en presidente de la Xunta de Galicia, al frente de un Gobierno de coalición de su partido, el PSdeG-PSOE, y el BNG. Durante esta semana de parada obligatoria, hasta que se ha realizado el recuento de los emigrantes en el extranjero, ha reflexionado sobre las principales tareas que debe abordar. Este hombre tranquilo y "optimista", no ofrece la apariencia de sentir vértigo ante las exigencias que pueda plantear su futuro socio, o ante el tipo de oposición que haga el PP. Lo que le preocupa, nada más saber que gobernará, es que se mantenga la unidad social y política de Galicia.
Pregunta. Desde el día 19, ha tenido una semana para reflexionar sobre lo que quiere hacer una vez que sea investido presidente de la Xunta.
"El PP tiene un apoyo muy importante, y por eso debemos tener gran capacidad de diálogo"
"Mi primera preocupación es que el clima social y político sea razonable"
Respuesta. Estos días me han permitido poner la cabeza en el país, en el futuro y precisar las reformas imprescindibles en materia social y económica.
P. Pero ¿cuál es su preocupación primera, inmediata?
R. Mantener la unidad y la cohesión interna, que el clima social y político sea razonable, que haya entendimiento en el país.
P. ¿Se refiere a la unidad de la sociedad, entre ciudadanos?
R. Sí. A la unidad, a la cohesión de Galicia. El 45% de los ciudadanos ha votado al PP, y un 53%, a la alternativa de cambio, a la renovación. Éste es un país muy plural, y es claro que la mayoría ha votado cambio. Pero el PP es un partido con un apoyo muy importante y por eso debemos de tener gran capacidad de diálogo.
P.¿Diálogo a tres bandas? ¿En qué asuntos?
R. Hay que dialogar sobre el empleo, la educación, la ordenación del territorio, la reforma del Estatuto. Y para estos temas debe haber acuerdo entre el PP, el PSdeG y el BNG.
P. Para algunas reformas también necesita al Gobierno central, al que su futuro socio, Anxo Quintana (BNG), advierte de que la autonomía gallega "no le va a salir barata". ¿Qué quiere decir?
R. No sé que ha querido decir pero intuyo que, al margen de caras o baratas, hay coincidencia general en que Galicia necesita un apoyo importante del Gobierno de la nación para salir de la segunda velocidad. La tarea inmediata es que Galicia alcance su aspiración de estar en la primera velocidad.
P. No se recuerda un apoyo tan grande de un presidente del Gobierno y de la dirección del PSOE a un candidato.
R. Para mí es una gran satisfacción sentir el apoyo y el afecto de José Luis Rodríguez Zapatero y de la dirección federal. También de mi amigo de tantos años, José Blanco. Pero ese apoyo lo he sentido desde siempre y yo, además, me siento plenamente identificado con el proyecto de Zapatero.
P. Quizá por reciprocidad, ya que usted apoyó a Zapatero a la secretaría general cuando casi era una extravagancia.
R. Ese es un dato de la realidad, pero ya está, es de pasado.Ahora, lo importante es que estemos unidos en el futuro y espero que esa relación personal redunde en la buena cooperación y que sirva a Galicia y a España.
P. ¿Va a tener que dedicar mucho tiempo a tranquilizar a parte de la sociedad frente a supuestos extremismos del BNG, según ha advertido el PP?
R. Hay un mandato muy claro de las urnas. Los ciudadanos han querido el cambio. Y me voy a entregar a la tarea de conseguir un Gobierno estable, eficiente y que sirva al país. En Galicia, además, no hay temor a que haya extremismos. No ha sido así nunca ni por el PP, ni por el PSdeG, ni por el BNG.
P. ¿No cree que el PP vaya a poner en cuestión la formación de ese Gobierno de coalición?
R. Tengo la esperanza de que el PP y Manuel Fraga vayan por un camino razonable y no cuestionen el resultado de las elecciones tal y como hacen con el Gobierno central. El PP vive en una situación anómala al cuestionar el resultado del 14 de marzo. Ahora, he escuchado al señor Fraga que desea al futuro Gobierno el mayor éxito al servicio de Galicia. Agradezco y doy valor a esas palabras.
P. Usted dice que le interesa más el ]]>estar que el ser. Pero los asuntos de identidad sí ocupan al BNG. En la futura reforma del Estatuto, quieren que figure Galicia como nación.
R. Tenemos ideologías diferentes. Ellos son nacionalistas; nosotros, galleguistas. Pero para hacer un pacto de gobernabilidad no hay que renunciar a la ideología. Que el BNG hable de Galicia como nación o de la autodeterminación no me preocupa, porque hay otro campo común de juego muy amplio al servicio de todos los gallegos.Pero no se olvide que a los gallegos no les divide ni les preocupa llamarse o no nación. Nuestro problema no es de identidad sino el estar en el furgón de cola de España, y ahí tenemos un campo muy grande para trabajar los dos partidos.
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