Lamela sostiene que la fiscalía le da la razón en la crisis de Leganés

El consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela, del PP, considera que el informe de la Fiscalía de Madrid -del que no se desprende reproche penal alguno para los médicos del hospital Severo Ochoa, de Leganés en la aplicación de sedaciones terminales- le da la razón y "desmiente a quienes sostenían que en dicho centro no había nada".

"La fiscalía dice que hay cinco sedaciones indebidas", afirmó ayer Lamela. Las 23 páginas del estudio de los forenses, sin embargo, dicen que ninguna de las 13 sedaciones investigadas fue "indebida". Sólo cuatro casos son considerados por los forenses como "dudosos". En ningún caso, también en contra de lo sostenido por Lamela, los forenses creen que las dosis usadas por los médicos fueran "excesivas", que pueda afirmarse que éstas causaran de forma "directa e inequívoca" la muerte de los enfermos, o que la combinación de fármacos utilizados fuese "irregular".

Uno de los casos dudosos corresponde a un enfermo cuya historia clínica no contiene información suficiente sobre su sedación, y los otros tres eran pacientes en estado de coma. La sedación a enfermos en coma levanta discrepancias entre los médicos. Así, mientras Lamela y algunos expertos consideran que estos enfermos no sienten dolores ni sufren, y que por ello no deben ser sedados, otros facultativos y la propia Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) creen que se les puede sedar para evitar ahogos u otras manifestaciones de agonía.

"Sedación irregular"

Las 13 sedaciones investigadas por los forenses forman parte de las 25 que, el pasado 22 de marzo, Lamela remitió a la fiscalía tras presentarlas en rueda de prensa como casos de "sedación irregular, no indicada, indebida o con exceso". Estos 25 casos fueron extraídos de una inspección en el hospital ordenada por Lamela y que encontró 25 presuntas irregularidades tras el estudio de 367 historias clínicas.

La fiscalía, sin embargo, descartó de inmediato 12 de las 25 sedaciones sospechosas por no ver en ellas nada irregular; de hecho, siete de ellas eran sedaciones no aplicadas a pesar del criterio de algunos médicos, que creían que sí deberían haber sido realizadas.

"Además", siguió ayer Lamela, "parece que la fiscalía dice que hay que investigar 16 sedaciones más". "Parece ser que hay algo, porque si no, no habría que investigar nada", continuó Lamela, quien dijo que Sanidad no ha recibido aún el informe de la fiscalía y que todo lo que conoce de él "ha sido por la prensa".

Estos 16 casos que ahora la fiscalía estudiará forman parte de las 73 "sedaciones irregulares" que encontró la comisión de expertos creada por Lamela. El grupo investigó 167 historias clínicas y halló 73 "sedaciones irregulares", pero la fiscalía ya ha descartado 57 porque no ve nada sospechoso en ellas.