El fiscal pide una sentencia "ejemplar" para los procesados por el 11-S
Pedro Rubira alaba la justicia como alternativa a la guerra contra el terrorismo islamista
El fiscal Pedro Rubira defendió ayer que la justicia es suficiente para hacer frente al terrorismo islamista, en lugar de tener que hacer una guerra o crear centros de detención como el de Guantánamo. Esta afirmación la realizó en su informe final en el juicio contra 24 presuntos integrantes de la célula española de Al Qaeda, que se realiza en una sede de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid, y que concluirá previsiblemente la próxima semana.
Rubira acusa al presunto jefe del grupo, Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, y a otros dos de los acusados de haber favorecido los atentados contra las Torres Gemelas, por lo que solicita para cada uno de ellos penas que superan los 74.000 años de prisión.
"Hay otras alternativas a lo que se está viendo día a día en la lucha contra el terrorismo islamista", dijo Rubira. "No se necesitan hacer campos de detenciones, no se necesitan hacer guerras, lo que se necesita precisamente es tener este tipo de juicios, donde el Estado de derecho se fortalece. España ha sido no sólo testigo sino víctima de grandes atentados y lo que ha hecho ha sido realizar este tipo de procedimientos judiciales de investigación. Esto fortalece a los Estados frente a este tipo de terrorismo islamista".
El fiscal puntualizó que "las personas que están acusadas no lo están por ser musulmanes, sino por ser terroristas. Nada tenemos contra la comunidad musulmana", si bien agregó que "esta comunidad terrorista islamista coge conceptos de la religión musulmana".
Rubira reclamó una "sentencia ejemplar" para dar solución al problema planteado por este tipo de terrorismo, "porque este terrorismo no es un terrorismo local, es un terrorismo universal, un terrorismo global".
"Este juicio ha levantado muchas expectativas", dijo el fiscal, "como consecuencia de la globalización de este tipo de terrorismo. Este terrorismo islamista es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, con ETA. Ello lleva a que hay que reinterpretar las normas y hacer una redefinición de los elementos de delito de terrorismo".
Dirigiéndose al tribunal, Rubira expuso: "Piensen que el atentado del 11 de septiembre, el mayor atentado de la historia de la humanidad, fue realizado sin armas. No existe ningún arma en este atentado, sino que se aprovechan unos elementos que causan una gran destrucción, como es la utilización de unos aviones cargados de gasolina contra unas torres donde había más de 2.000 personas trabajando".
Sentencia que afecta al mundo
Afirmó que también hay que reinterpretar el sentido de la jerarquía entre los terroristas. "No se puede extrapolar lo que conocemos sobre ETA a este caso, ya que el terrorismo islámico no está estructurado de forma piramidal". "Si el terrorismo es global, hay que combatirlo con sentencias globales", agregó el fiscal, quien pidió a los magistrados que cuando valoren las pruebas, "piensen que lo que van a hacer no sólo afecta a España, sino que afecta al mundo". "Cuando dictéis esa sentencia, el mundo os contemplará", enfatizó.
En la valoración de los indicios existentes en la causa, el fiscal señaló que Abu Dahdah es el jefe de la célula española de Al Qaeda y que realizó actividades que favorecieron los atentados del 11 de septiembre, como lo demuestra, dijo, la conversación con Farid Hilali, Shakur, días antes de los atentados y en la que éste comentó a Abu Dahdah que iban a degollar al pájaro y que habían entrado en el campo de la aviación; o la reunión mantenida con los miembros del comando que realizó los atentados Mohamed Atta y Ramzi Binalshibh, en Reus (Tarragona). El fiscal dio notoria importancia al testigo de Barcelona que vio en el metro a Abu Dahdah con Atta y Binalshibh a ocho semanas de los atentados. Rubira dijo que incluso las equivocaciones en la fecha dan mayor veracidad a su testimonio y destacó sobre todo que varios testigos que no se conocen y las escuchas telefónicas coincidan en la relación de Abu Dahdah con la célula de Hamburgo.
El fiscal, sin embargo, expresó sus dudas de que el vídeo intervenido a Ghasoub Al Abrash, en el que aparecían las Torres Gemelas, el Golden Gate y Las Vegas, fuera a parar al comando que realizó los atentados. Rubira defendió que el vídeo es un indicio suficiente para procesar a Al Abrash, pero precisó que tiene dudas de que baste para una condena. Indicó que si ha mantenido la acusación -pide 74.000 años para Al Abrash- ha sido porque se siente obligado, porque la sección 4 de la Audiencia acordó su procesamiento.
Por último, el fiscal defendió que los muyahidin que fueron a campos de entrenamiento en Bosnia, Chechenia o Afganistán son terroristas. No estaban luchando en la guerra con un mando sino que quedan fuera del derecho internacional y, por tanto, son terroristas y deben ser condenados como tales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.