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Entrevista:MANUEL GRACIA | Portavoz del grupo socialista | LA REFORMA DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA

"No vamos a esperar a Cataluña"

Lourdes Lucio

Manuel Gracia (1946), además de portavoz socialista, preside la comisión de Desarrollo Estatutario, un cargo que plantea dejar.

Pregunta. Usted dijo el jueves que Antonio Sanz le dejó anonadado con su intervención sobre el Estatuto. ¿Por qué?

Respuesta. Por el ímpetu en poner el acento en que van a estar en el acuerdo. Hay un cierto giro que, de manera paulatina, el PP ha ido introduciendo. De su frontal oposición inicial, pasando por su escepticismo posterior, a la posición de ahora que es más nítida y contundente. Creo que es positivo. Por eso dije con ironía que me había anonadado. Por usar una terminología futbolística, que el PP esté metido en el partido es muy importante.

P. ¿Pero se lo creen?

"Hay que avanzar en un borrador y, si es necesario, votando en la ponencia"
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R. En política nunca practico la creencia. Lo que me importa es que lo está diciendo. Ayer [por el jueves] no sólo lo dijo sino que manifestó su conformidad con unos acuerdos que implican, ni más ni menos, que el Parlamento ya ha dado un mandato a la ponencia para que empiece a elaborar un texto articulado de lo que será la proposición de ley de reforma. Que el PP haya dado ese paso con todos los demás me parece muy positivo.

P. La ponencia ha tenido un desarrollo armónico, pero ¿cuándo va a empezar a votar?

R. Ésa es una de las materias sobre las que tendremos que decidir en la primera reunión que tengamos después del debate del estado de la comunidad. Mi opinión es que si queremos tener un texto de borrador de proposición de ley, hay que buscar que podamos avanzar y, si es necesario votar, votando, pero asegurando a la vez que las posiciones de todo el mundo no son posiciones cristalizadas, definitivas. Eso va a depender mucho de la voluntad de los demás grupos.

P. ¿Entonces?

R. Lo que no vamos a hacer es mantener el criterio de la unanimidad, que es el que ha funcionado hasta ahora, y retrasar indefinidamente el cumplimiento de ese mandato de elaborar un texto. Si es posible en el próximo periodo de sesiones tener ese texto por la vía del consenso y de la unanimidad, magnífico, pero si no, pues habrá que plantear un sistema de avance que resuelva los desacuerdos sin que eso prejuzgue para nada que los acuerdos y los desacuerdos sean definitivos. Lo ideal sería poder llegar a un texto que tuviera un grado de acuerdo en torno al 90% y que lo que quedara para la posterior tramitación fuera de un 10%.

P. ¿Qué materias pueden encasquillar el debate?

R. Los problemas pueden surgir en la interpretación del límite del marco constitucional y eso afecta a competencias, a órganos constitucionales del Estado, a la participación de Andalucía... También va a haber algunos problemas de fondo en relación al papel de lo público en la garantía de los derechos sociales; luego habrá también puntos de desencuentros en el tema de la organización territorial y en la denominación.

P. Si Cataluña se denomina nación sin que implique privilegios, ¿por qué Andalucía no?

R. Tenemos una posición muy clara respecto a eso. Hemos propuesto la denominación de nacionalidad y además con carácter histórico porque creemos que es la que mejor expresa lo que es Andalucía. Ahora, es evidente que si el escenario cambia, habrá que verlo entre todos. Pero para nosotros la denominación no debería de ser un elemento que impidiera el consenso. Dentro del respeto a la Constitución, habrá que esperar a ver qué dicen el Consejo de Estado y las demás fuerzas políticas. Garantizando que no haya ningún tipo de discriminación ni de agravio, tan posible sería que adoptáramos todos de común acuerdo la posibilidad de llamarnos de una manera como de otra. Si no va a haber agravios, qué problema hay en llamarse de una manera u otra, si de la denominación no se derivan agravios... y eso está garantizado. En la sociedad andaluza no hay ningún problema de identidad. La gente no está en eso. Sería un error que nosotros pusiésemos el foco del debate de la reforma en eso. Cuando digo nosotros me refiero a todos.

P. Cuando el PP y el PA dicen que no quieren prisas en el Estatuto, ¿a qué lo atribuye?

R. Creo que necesitan tiempo para cosas distintas. Unos, para digerir su cambio de actitud respecto a la reforma y otros, para elaborar su propia posición, porque a pesar de ser un partido que se denomina nacionalista, es el que tiene menos definida cuál es su posición respecto al sentido de la reforma. Estamos en un momento en que no podemos echar balones fuera. Otra cosa distinta es el tema que plantea el PA de los expertos. La Cámara tiene unos servicios jurídicos de una magnífica calidad y hay fórmulas para garantizar que cada grupo disponga de los expertos que necesite con el fin de que su trabajo vaya bien. Si al final ese es el problema, se puede resolver.

P. ¿Andalucía va a esperar lo que haga Cataluña?

R. No. Si hay una cosa evidente es que en Cataluña se ha pasado del terreno del desiderátum a comprender que en un Estado como el nuestro no se resuelve nada pegando un tirón a una parte, tiene que ser entre todos. Con toda humildad, creo que el Parlamento de Cataluña está viniendo hacia las posiciones que hemos venido defendiendo desde Andalucía desde el principio. Por ese motivo creo que no vamos a tener que esperar. Todos nos estamos acompasando a la propia posición del Gobierno central en relación con la agenda territorial, porque no estamos, ni en Cataluña ni aquí, planteándonos una reforma que nazca de una convicción de que hay que dejar al Estado sin instrumentos de presencia en ningún territorio. Al final estamos yendo, sin ponernos de acuerdo, hacia una cierta confluencia. En relación, por ejemplo, con el sistema de financiación, ha ocurrido algo parecido. Ya veremos al final en qué acaba la petición del tripartito y no vaya a ser muy distinto de lo que nosotros hemos acordado aquí.

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