El coste medioambiental y sanitario del transporte supera los 3.500 millones al año
Un estudio encargado por el Gobierno propone implantar peajes en las zonas urbanas
Los costes medioambientales y de salud consecuencia del transporte en Euskadi rondan los 3.500 millones de euros anuales, según un estudio encargado por el Gobierno a profesores de la UPV. Un 25% de esa cifra procede de los daños por accidentes de tráfico y otro 23%, de la contaminación del aire. El transporte por carretera suma el 95% de los costes. El estudio, que alerta del aumento de este impacto, propone medidas como implantar tasas a camiones por kilómetro recorrido o peajes a los vehículos en las zonas urbanas, junto a acciones de concienciación ciudadana.
El informe, titulado Mugikost 2005, ha sido elaborado por la Unidad de Economía Ambiental (integrada en el Instituto de Economía Pública) de la UPV, a petición del Departamento de Medio Ambiente. Ha analizado hasta ocho costes motivados por el transporte denominados externos (no incluye los que paga el ciudadano a través de los impuestos para la ejecución, por ejemplo, de carreteras). Se trata de los accidentes de tráfico, el ruido, la contaminación del aire, el cambio climático, los efectos sobre la biodiversidad y el paisaje, los efectos urbanos, los efectos indirectos y la congestión.
El estudio, que se engloba dentro del plan ambiental implantado hace tres años por el Gobierno con vigencia hasta 2020, señala que los costes externos del transporte alcanzan casi el 9% del PIB vasco. Suponen además más de la mitad del presupuesto anual del Gobierno vasco, que en este ejercicio supera los 7.100 millones de euros.
El informe advierte de que los comportamientos sociales actuales hacen prever un aumento de estos costes, debido al crecimiento del tráfico de vehículos y a la mayor renta disponible, entre otros factores. Añade que, en el caso de los costes motivados por la congestión de tráfico, se prevé un incremento "ante el agotamiento del modelo de permanente ampliación" de carreteras.
La UPV se ha basado, para calcular estos costes, en una metodología de dos organizaciones europeas, que incluyen aspectos como los cuidados médicos por los accidentes y los seguros, los daños a la salud causados por el elevado ruido, los perjuicios a edificios, cosechas y bosques debidos a la contaminación atmosférica, la reparación del paisaje por la construcción de viales o la pérdida de tiempo para peatones y bicicletas por las infraestructuras existentes.
Muertes por polución
Sólo a los accidentes de tráfico se atribuye un coste de 882 millones y la carretera es responsable del 99% de esa cifra. Las pérdidas causadas por el vehículo privado resultan 40 veces superiores a las del autobús y 20 veces más que el ferrocarril. El informe destaca que, pese al escaso uso de las motocicletas en Euskadi, el coste de los accidentes en este medio es cinco veces superior al del automóvil.
La contaminación del aire genera 813 millones anuales de gasto y dos tercios de esta cantidad se atribuyen al transporte de mercancías por carretera. El estudio universitario señala, al extrapolar un programa de investigación europeo, que la polución atmosférica es la causa de más de 600 muertes prematuras cada año. El cambio climático representa un coste anual de 691 millones (el 19,7% del total), debido a las emisiones de efecto invernadero.
El resto de los parámetros analizados se encuentra por debajo del 9% del total de costes. Así, se ha apreciado que hay 60 zonas en el País Vasco en el que el principal emisor de ruidos es el tráfico de vehículos, fundamentalmente en los centros urbanos y las áreas próximas a las carreteras más utilizadas.
Las infraestructuras viarias tienen una especial incidencia en la biodiversidad. El informe revela que la superficie ocupada por aquéllas aumentó un 20% durante los años 90 y que cerca del 6% de las superficies más sensibles medioambientalmente se hallan a menos de 500 metros de grandes carreteras.
El estudio revela además que estos costes medioambientales y de salud ligados al transporte se sitúan 0,69 puntos por encima de la media europea, aunque por debajo de la cifra del conjunto de España, Grecia y Portugal. El texto lo atribuye a que la siniestralidad en las carreteras resulta un 25% superior a la UE; el transporte de mercancías, un 30% más, y la ocupación de suelo por las infraestructuras del transporte dobla la existente en Europa.
A ello se añaden características específicas de Euskadi, como la orografía montañosa, la alta densidad poblacional, que sea un región de paso del transporte peninsular con Europa o la fuerte especialización en la industria pesada. "La concentración de población en valles estrechos contribuye a elevar los costes por ruido, efectos urbanos y congestión por encima de la media europea", señala.
El profesor de la Unidad de Economía Ambiental David Hoyos aboga por una mayor información ciudadana sobre estos costes. "Si no se tiene en cuenta lo que cuesta desplazarse, se hacen más desplazamientos de lo que debiera. Si se tuviesen en cuenta todas estas consecuencias, el ciudadano no lo haría así".
Hoyos propone una batería de medidas apuntadas en el informe, como imponer una tasa por kilómetro recorrido a los camiones pesados y peajes urbanos para automóviles, "algo que está cada vez mejor visto, sobre todo por la experiencia de Londres. Pagar por esto antes era algo impensable". Además, defiende una ordenación del territorio "que complique más el uso del coche, que está probado que es el que mayores problemas plantea".
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