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La UE y EE UU se unen en su respaldo a la transición de Irak

La conferencia de Bruselas pone fin a la división abierta por la guerra

La Unión Europea y EE UU convirtieron ayer en historia sus cruciales diferencias sobre Irak al celebrar en Bruselas una conferencia internacional para respaldar los esfuerzos del Gobierno provisional de Bagdad de construir un Irak democrático, pluralista, federal y unificado. Más que la genérica declaración final, lo importante es que la comunidad internacional aparece unida y en armonía ante lo que recientemente la desgarró.

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Jack Straw, jefe de la diplomacia británica, fue el primero en subrayarlo. "El que aquí se haya más que doblado el número de países con respecto a los que acudieron a la conferencia de Sharm el Sheij es en sí un logro. Allí estuvimos una treintena y aquí ha habido 85 países y organizaciones", dijo.

La reelección de George Bush y su visita de febrero a la OTAN y a la UE dio un giro de 180 grados a la relación de Europa con Irak, que ayer recibió el espaldarazo definitivo. "Se ha pasado página sobre las diferencias que tuvimos", señaló Condoleezza Rice, la secretaria de Estado norteamericana, mientras Javier Solana, Alto Representante para la diplomacia europea, decía que las viejas diferencias han sido sustituidas por puentes de unión. Fue la idea constante de la reunión, aireada como una consigna por unos y otros. "Las diferencias sobre la guerra están superadas. Todos estamos trabajando juntos y mirando hacia el futuro", manifestó el ministro iraquí de Exteriores, Hoshiar Zebari.

En el comunicado se subraya que más de 80 países y organizaciones han renovado una alianza internacional con Irak y "apoyan los esfuerzos iraquíes para lograr un Irak democrático, pluralista, federal y unificado". Los reunidos debatieron sobre tres grandes áreas: futuro político del país, con la Constitución como instrumento de estabilización; la reconstrucción y puesta en marcha de la economía, y la seguridad e implantación del Estado de derecho.

Los iraquíes, presentes con Gobierno y oposición, expresaron sus puntos de vista y prioridades e imploraron la ayuda de la comunidad internacional, que la ofreció gustosa. "Fue un éxito que todos los presentes se comprometieran", señaló una fuente diplomática europea, presente en los debates, que echó algo en falta: "Al Gobierno iraquí le ha faltado transmitir el mensaje de que controla la situación, de que tiene un programa para sacar el país adelante. Es un Gobierno surgido de negociaciones complejas que mantiene un equilibrio muy frágil".

Dentro de la atmósfera de armonía, hubo serias advertencias a los países vecinos de Irak, todos los cuales acudieron a Bruselas, para que controlen sus fronteras. Se singularizó a Siria, con 600 kilómetros comunes con Irak y donde han encontrado refugio miembros de antiguo régimen. "Esa frontera es un verdadero problema para Irak. Hay que hacer algo", dijo Rice en conferencia de prensa. "Es hora de que los vecinos, especialmente Siria, hagan frente a sus responsabilidades y eviten que su territorio sea utilizado contra el pueblo iraquí". Lo había dicho a puerta cerrada, como también aludió a Siria el ministro Zebari. Solana estuvo más comprensivo. "Tiene una frontera muy larga y no tiene capacidades para controlarla. Nosotros les daremos la ayuda que necesiten, pero tiene que haber voluntad política".

"Reducir los problemas de seguridad a Siria no es lo más certero", comentaba luego la fuente diplomática europea. "Da a veces la sensación de que si Siria cerrara su frontera se resolverían todos los problemas y no es así".

El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, reiteró el compromiso español con el proceso de transición iraquí. España, que es el quinto contribuyente individual con fondos a la reconstrucción iraquí, con 300 millones de euros que se deberán entregar hasta 2007, va a elevar su representación diplomática a rango de embajada, de la que se hará cargo en julio Ignacio Rupérez, y va a participar en un programa de la UE para formar altos funcionarios de la judicatura y la policía.

Las manifestaciones de apoyo político chocan con la crítica situación sobre el terreno, que dificulta la ejecución de los proyectos: de los 32.000 millones de dólares comprometidos hasta 2007 por la comunidad internacional, sólo se han podido librar 7.000. "No somos ingenuos. Somos conscientes de lo que pasa. Pero el país avanza. Se está reconstruyendo la vida política, y cuando la haya será más difícil que los insurgentes sigan actuando", decía Solana.

Condoleezza Rice habla con Javier Solana durante la conferencia internacional sobre Irak ayer en Bruselas.
Condoleezza Rice habla con Javier Solana durante la conferencia internacional sobre Irak ayer en Bruselas.AP

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