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El Macba exhibe las medidas que le toma al mundo Stanley Brouwn

Stanley Brouwn ha estado tres semanas preparando, al milímetro, la exposición sobre su obra que ayer abrió sus puertas en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), en donde podrá verse hasta el 25 de septiembre. No ha habido inauguración oficial, ni ha concedido entrevistas (ni siquiera acudió a la presentación a la prensa) y tampoco autoriza que se hagan fotografías de sus obras. Por otra parte, poca cosa se podría fotografiar. Algunas de sus obras consisten en la cartela en la que se explican las dimensiones del suelo de la sala de exposición -la segunda mide 12,87 por 6,54 metros-; otras son pequeñas tarjetas en las que indica el número de pasos que realizó determinado día en un lugar concreto -el 5 de noviembre de 1971 anduvo 5.171 pasos y en un viaje que realizó este mismo año por diferentes países contó 272.663 pasos durante su estancia en Polonia-; y los pocos objetos que pueden encontrarse también expresan diferentes medidas en pasos, codos, pies o metros. También propone el cálculo de medidas imaginarias entre diferentes personas u objetos y, en lo que es una de las piezas más logradas, dibuja en el suelo la orientación exacta (realizada con ayuda de topógrafos) para dirigirse andando hacia, por ejemplo, Estocolmo.

Coherencia difícil

"Es una exposición difícil de presentar", reconocía ayer Manuel Borja-Villel, director del Macba, centro que acoge la primera retrospectiva en España de este "artista de culto para artistas", según su expresión, que desde finales de los años cincuenta viene realizando esta laboriosa y obsesiva medición del mundo en lo que es una de las propuestas de arte conceptual, y a veces poético, más curiosas que puedan encontrarse. "No es una pose, porque lleva cuarenta años haciendo esto con mucha coherencia; es una manera de ver el mundo", indicó Borja-Villel, para quien esta exposición se complementa con la que dedica también el museo al mexicano Francis Alys, cuya obra también se centra en los paseos e itinerarios, aunque en su caso, desde una perspectiva subjetiva, en la que el artista es protagonista absoluto de la obra.

La de Stanley Brouwn, holandés nacido en Surinam en 1935 que vive y trabaja en Amsterdam, es una perspectiva que busca, en cambio, la objetividad absoluta. "La suya es una manera muy abstracta de entender la obra de arte, y aquí podría enlazar con la tradición moderna de la abstracción holandesa", añadió Borja-Villel. Para el comisario de la exposición, Roland Groenenboom, "más que obras, Brown propone experiencias". En la hoja de mano de la muestra, que como todo lo relacionado con él es considerada una obra en sí misma, pueden leerse algunas de sus reflexiones.: "Las distancias nunca habían estado tan desprovistas de sentido como ahora. Cada vez hay más personas que efectúan vuelos de larga distancia varias veces al año. Cada día se ve más debilitada la validez del concepto de distancia. En mi obra las distancias se revitalizan. Recuperan sentido".

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