Barcelona cerrará en el acto los locales que no cumplan la normativa de ruidos

El Ayuntamiento de Barcelona se dispone a aplicar mano dura contra el ruido que provocan bares, terrazas y zonas de ocio, motos y obras. La medida más drástica será el cierre inmediato, aunque de forma provisional, de los locales o discotecas que incumplan la normativa de ruido, por ejemplo, por no tener sistema de insonorización. La campaña Ruido y autoridad de este verano prevé la inspección de casi 500 locales y 50 zonas de ocio de toda la ciudad.

La posibilidad de clausurar locales en el acto responde a un nuevo protocolo que establece un "procedimiento administrativo abreviado" para el cierre de los que infrinjan gravemente la normativa. El cierre inmediato de locales se comenzará a aplicar en julio y con él se pretende abreviar un procedimiento que hasta ahora podía llevar "meses y hasta años", aseguró ayer el concejal de Seguridad y Movilidad, Jordi Hereu.

El nuevo procedimiento "acaba con la impotencia de los responsables municipales al no poder responder con agilidad a las quejas de los ciudadanos", añadió Hereu. Además de por el ruido, también se podrán producir cierres fulminantes si no se cumplen las condiciones de protección contra incendios o si no se dispone de licencia acorde con la actividad del local. Cuestiones como superar el aforo o no respetar el horario de cierre serán objeto de levantamiento de actas. Las multas por incumplir la normativa oscilan entre 3.000 y 60.000 euros.

El paquete de medidas de la campaña contra el ruido de este verano persigue "cubrir todos los frentes", en palabras del alcalde, Joan Clos. "No podemos hacer milagros, pero el Ayuntamiento se ha puesto el chip de forma transversal. No nos resignamos a tener una ciudad ruidosa", agregó la teniente de alcalde de Sostenibilidad, Servicios Urbanos y Mantenimiento, Imma Mayol.

En el dispositivo veraniego de ataque intervendrán inspectores de los distritos, los cuerpos de Guardia Urbana y Bomberos, y 18 promotores cívicos, que visitarán los locales y zonas de ocio y mediarán con los vecinos. El año pasado, las 4.815 inspecciones realizadas se saldaron con 235 sanciones y 135 locales clausurados.

El control más exhaustivo del ruido de las motos lo realizan 31 patrullas de la Guardia Urbana desde el día 20 hasta el 30, y puede traducirse en sanciones económicas o en la inmovilización de los vehículos. En la campaña del año pasado se halló que 5.600 motos no cumplían la normativa.