"La televisión es un codazo continuo"

Olga Viza (Barcelona, 1958) ha dado esta temporada el salto a la radio con El tranvía, el magacín de tarde de RNE. Atrás quedan 26 años en televisión: primero en TVE, después en Antena 3 (de donde salió arrastrada por un expediente de regulación de empleo tras 11 años en los telediarios) y, finalmente, en Tele 5. Humor, información y "tertulias variopintas" impulsan El tranvía, en el que viajan los inimitables Javier Capitán y Luis Figuerola Ferreti, el crítico de cine Antonio Gasset, el ex futbolista rockero Germán Mono Burgos o los diputados Joaquín Leguina, Elvira Rodríguez y José Antonio Labordeta.

Pregunta. ¿Después de 26 años en televisión ha redescubierto la radio?

Respuesta. La he descubierto. Nunca había hecho un programa de radio. He tenido la oportunidad de seguir aprendiendo y eso me parece un regalo.

P. ¿Qué ha aprendido?

R. Sobre todo ritmos. Estaba acostumbrada a hablar con el soporte de la imagen, a clavar 16 segundos de una entradilla. Ahora he aprendido a hablar, a medir otros ritmos y otros contenidos. En tres horas pasan escritores, políticos, un médico, los oyentes...

P. ¿Es un medio más elástico?

R. Sí, desde luego. Tiene el confort de la invisibilidad. Cuando hay un problema suena la música. Eso significa que se puede estar más relajada.

P. ¿Qué le animó a subirse a El tranvía?

R. Muchos compañeros me habían hablado del atractivo de la radio. Empecé con cierto miedo. Hay mucha gente que hace bien la televisión pero no la radio, y al revés. Me gusta el medio y me imagino mucho tiempo en la radio, aunque amo la televisión. Tiene un impacto brutal. La radio aporta una extraordinaria profundidad y permite la interactividad con los oyentes. Como oyente, me planteé qué querría oír estando tres horas en un atasco. Pensé que había que buscar el matrimonio entre dos grandes conceptos: la información y el entretenimiento.

P. ¿Ha encontrado las ondas sosegadas o agitadas?

R. Tengo la sensación de estar viviendo en un extraño paraíso mediático. La tarde no tiene la repercusión de la mañana. Las grandes discusiones políticas están amortizadas a esas horas. Es un reducto de absoluta libertad para hacer un programa.

P. El próximo día 29 se publican los datos del EGM. ¿Le inquietan las audiencias?

R. Siempre es bueno contar con una orientación. En televisión la teníamos minuto a minuto y ahora me resulta extraño no tener números delante. La competencia es fantástica si no se pierde la cabeza. La televisión es un codazo continuo.

P. ¿La retirada de RNE del EGM estaba justificada?

R. Creo que no estaban de acuerdo con la política de medición. El EGM sirve para presentarse ante los anunciantes y en el caso de RNE ésa no es una baza. Lo fundamental es tener un termómetro fidedigno.

P. ¿Es necesaria la radio pública?

R. Creo en los medios públicos. Si no, no estaría aquí.

P. ¿Qué barreras no superaría?

R. Las del sentido común. Lo que no haría nunca sería mentir, aunque lo que tenga que decir no me guste. Eso lo he llevado siempre a rajatabla.