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CUMBRE DE LA UE | El presupuesto

Londres y La Haya torpedean el acuerdo

Juncker dice avergonzarse por el rechazo a la oferta de los países del Este de reducir gastos

Gabriela Cañas

El primer ministro británico, Tony Blair, rechazó anoche todas las fórmulas que la presidencia luxemburguesa le propuso ayer para congelar el cheque británico. La UE, obligada por los países más ricos a contener su presupuesto, acariciaba la idea de empezar a acabar con esa prebenda británica para poder repartir las migajas en una Unión ampliada para las perspectivas financieras de 2007 a 2013. Pero todo intento fue vano mientras Holanda dificultaba la negociación exigiendo su propio cheque, de 1.500 millones de euros anuales.

Ni siquiera la oferta de los países más pobres recién incorporados a la UE de recortar los gastos que les benefician fue suficiente para cerrar la crisis."He sentido vergüenza", dijo el presidente de turno, el luxemburgués Jean-Claude Juncker.

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Juncker fue incapaz de cuadrar el círculo y en su intento se encontró con una resistencia numantina de algunos de los países contribuyentes. "Hubiera sido posible si algunos jefes de delegación", dijo Juncker, en clara referencia a Tony Blair, "hubieran venido con la voluntad política de alcanzar el acuerdo". A los países del Este incorporados a la UE les urgía el acuerdo para empezar a percibir los fondos que les corresponde y una demora en el acuerdo presupuestario pospondrá también esa esperada llegada de dinero.

A la imposición de los máximos contribuyentes, especialmente Alemania, de que el presupuesto de la Unión no superara el 1% del PIB comunitario, se sumó la infranqueable barrera del Reino Unido y Holanda, dos importantes contribuyentes de la UE. El primero, porque no estaba dispuesto a perder su cheque; el segundo, porque pretendió recuperar parte de lo que ponía. Juncker intentó, sin éxito, aislar a Blair ofreciendo concesiones a casi todos, incluida la generosa concesión a España de 800 millones de euros adicionales para el Fondo de Cohesión que, sorpresivamente, tampoco a Madrid le fue suficiente.

El fracaso supone un largo aplazamiento en el cierre de este capítulo crucial para el funcionamiento del club, ya que Tony Blair será el presidente de turno de la UE durante el segundo semestre de este año, lo que le impide retomar las negociaciones siendo un asunto propio, el cheque británico, el escollo principal del acuerdo.

La principal aliada de Londres ha sido Holanda, el mayor contribuyente de la Unión en relación a su población (180 euros anuales por cabeza, según sus cálculos). En 2003 aportó en términos absolutos 4.919 millones de euros netos. Juncker le ofreció al conservador Jan Peter Balkenende ahorrarse parte de sus aportaciones beneficiándose más de los derechos de aduanas y aportando menos por sus ingresos del IVA, pero tales concesiones no le suponían ese pretendido ahorro de 1.500 millones.

En el último momento, Juncker le ofreció 210 millones. Tampoco fue suficiente. Balkenende había acudido a Bruselas presionado por el no en el referéndum a la Constitución y la exigencia de su Parlamento de recuperar parte del dinero que aporta a la UE. Blair se aferró a su cheque. Bruselas devuelve a Londres una media anual de 4.700 millones de euros para compensar sus altas aportaciones a la UE y su menor participación en los beneficios de la PAC (Política Agrícola Común), principal capítulo presupuestario de la UE. Juncker le llegó a ofrecer 5.500 millones anuales, pero congelados a partir de 2007. Blair no quiso oír hablar de una congelación no vinculada a la reducción de los gastos agrícolas. En 2003, el Reino Unido aportó a Bruselas 9.971 millones netos, una vez descontado su cheque.

Blair sólo mostró una aparente debilidad en la jornada de ayer al admitir que el cheque es una "anomalía", justa respuesta, dijo, a la "anomalía" de la PAC. A renglón seguido atacó con brillantez y virulencia el obsoleto esquema de los presupuestos comunitarios, cuya principal partida es la agrícola, seguida de los fondos estructurales y después, muy de lejos, del capítulo dedicado a la competitividad. Juncker recogió en parte el guante e introdujo en su última propuesta una partida adicional de 10.000 millones de euros para fortalecer la investigación y el desarrollo y, además, propuso revisar la estructura del presupuesto en 2009. Tampoco fue suficiente para Londres.

Foto de familia de los representantes de los 25 países de la Unión Europea y de la Comisión durante la cumbre celebrada estos días en Bruselas.
Foto de familia de los representantes de los 25 países de la Unión Europea y de la Comisión durante la cumbre celebrada estos días en Bruselas.EFE

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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