La autopsia revela que Schiavo sufría un daño cerebral masivo e irreversible
La autopsia realizada a Terri Schiavo acaba de confirmar que su estado vegetativo se debió a un daño masivo e irreversible en su cerebro, hasta el punto de que perdió completamente la visión y la mitad de las neuronas. Lo que no han podido aclarar los médicos que han realizado el examen de su cuerpo ha sido la causa que provocó su colapso hace 15 años, que hasta ahora se había relacionado con un desorden de tipo alimentario.
Terri Schiavo murió el pasado 31 de marzo, a los 41 años, después de que se le retirara la sonda que le mantuvo con vida durante 15 años. Su caso protagonizó una larga batalla legal en EE UU que enfrentó durante siete años a su marido Michael y sus padres, y que creó una gran división en la sociedad estadounidense, con intervenciones del propio Vaticano y de la Casa Blanca para que se mantuviera con vida. La mujer sobrevivió durante 13 días sin asistencia alimentaria.
El marido de Terri Schiavo ya anticipó que la autopsia serviría para demostrar la extensión del daño que sufría el cerebro de su esposa. Los médicos confirmaron ayer, dos meses después de que falleciera, los argumentos defendidos por Michael con persistencia. Hasta tal extremo llegó el daño que quedó ciega, según Jon Thogmartin, responsable del examen del cuerpo. "Los centros de visión de su cerebro estaban muertos". Y su masa cerebral (615 gramos) era la mitad de lo que esperaba el doctor.
Acusaciones infundadas
El motivo oficial de su muerte, como señaló Thogmartin, fue la deshidratación y dejó claro que no habría podido comer nunca por la boca, como pidieron sus padres. Además, el doctor dijo que no existen evidencias de que Terri Schiavo hubiera recibido antes de morir algún tipo de medicamento o de sustancia. Y descartó que la mujer hubiera sufrido algún tipo de abuso o trauma, como indicaron sus padres señalando al marido de Terri y sus cuidadores. El informe médico dicen que son infundados.
Michael Schiavo se negó durante los últimos 15 años a mantener con vida a su mujer, porque nunca creyó en su recuperación. Los padres de Terri, sin embargo, pensaron que con la terapia adecuada, la condición vegetativa de su hija podría haber mejorado. La conclusión de la autopsia confirma que las reacciones de Terri eran "automáticas", es decir, Terri no estaba consciente ni podía pensar. "Ninguna terapia o tratamiento habría regenerado la pérdida masiva de neuronas", remacha el doctor.
Pero tras el profundo examen médico al cuerpo de Terri, todavía sigue siendo un misterio el motivo de su colapso, que hasta ahora se relacionaba con un desorden de tipo alimentario. El doctor indica en este punto que el tratamiento de emergencia que recibió cuando colapsó en 1990 pudo ser la causa de los bajos niveles de potasio en su sangre.
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