CUADERNO DE BITÁCORA

- El giro. Los estrategas, el Spin Doctor, o quien sea, al fin han dado un giro inteligente a la campaña del Partido Popular. A la vista de que los gallegos no se asustaban con la inminente ocupación de la Xunta por Maragall y de la diócesis de Santiago de Compostela por Carod-Rovira, y la constancia de que a un alto porcentaje de jóvenes galaicos le inspiraba más miedo la chaqueta cruzada de Zaplana que los hábitos alimenticios del doctor Hannibal Lecter, a la vista, repito, de este y otros indicios, el Partido Popular ha pasado de recrearse en la vuelta de la cartilla de racionamiento, la lámpara de carburo, la enterocolitis, los baldadiños, la limonada purgante y el trueno gordo, y nos conduce por fin a una utopía futurista. La Hiper-feira. El bricolaje electoral. La política del tuning.

- Las tinieblas. La sociedad va por delante. Las derechas han estado flagelando con euforia sádica a sus oyentes, logrando por momentos un éxtasis de hecatombe. En algunas de estas visiones, contémoslo así, cientos de belcebús de procedencia vasca avanzarían en bicicleta por el Camino de Santiago con el objetivo inmediato de esquilmar el santo octopus y sacrificar las vacas. Después, ya se vería. La explotación partidista del miedo terrorista ha llegado en esta campaña a límites obscenos, irreproducibles, con el fin de amedrentar a un pueblo tranquilo y pacífico. Se ha utilizado hasta la saciedad la perversa ecuación: cambio de Gobierno igual a terror. Una canallada.

- El 'tuning'. Y allí teníamos a los viejos, sobrecogidos, recordando aquellas misiones de posguerra que recorrían las aldeas con el alba. Pero había poca gente. La mayoría de los hipotéticos votantes conservadores aprovechaban el tiempo libre para ir adonde le gusta ir a todo el mundo cuando hay un poco de tiempo libre. Al hipermercado. Lo que en Galicia podemos llamar hiper-feira. Mucha gente en carpintería, jardinería y sección de herramientas del campo. Y, por supuesto, aglomeración juvenil en las secciones y talleres de tuning. El tuning arrasa en Galicia. La ornamentación automovilística. Ese deseo de combinar luces, colores fluorescentes y sonido para circular en la nave por este país de noches y curvas. De repente, el PP ha cambiado toda su campaña. Anuncia diez medidas de hiper-feira, exenciones, primas, dinero y subvenciones para todas las edades. Todo, en los anuncios, con colores y sonido de tuning. ¡Brumm, brummmm, brummmmmm!