Rajoy critica a Zapatero por acudir a Galicia a "recordar desgracias"

El líder nacional del PP, Mariano Rajoy, aprovechó ayer el escenario de la campaña gallega para lanzarse a la confrontación directa con el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero. En Pontevedra, la ciudad donde pasó su infancia y juventud, Rajoy endureció el tono y replicó a la intervención que Zapatero había tenido minutos antes en A Coruña para reprocharle que "venga a Galicia a hablar de desgracias", en referencia a las críticas del líder socialista por la gestión del anterior Gobierno del PP durante la catástrofe del Prestige.

Conforme avanza la campaña hacia su recta final, el protagonismo de Rajoy es cada vez mayor, y ayer, en el mitin celebrado en Pontevedra ante un millar de personas, eclipsó totalmente el discurso de Fraga. El líder nacional del PP acrecentó esa sensación cuando él mismo se ofreció como aval de las decisiones que tome el presidente de la Xunta si renueva su mandato el próximo domingo. "Aquí estará Fraga y aquí estoy yo, que algo me responsabilizo de lo que pase aquí", enfatizó Rajoy, muy jaleado por sus paisanos con uno de los ripios que más corean estos días los seguidores del PP en sus mítines, "¡Oa, oa, oa, Mariano a La Moncloa!".

El creciente protagonismo de Rajoy se completa con un papel más discreto de Fraga, quien dedica sus mítines a exponer ofertas electorales y ha rebajado considerablemente el grosor de los adjetivos que dedica a sus adversarios. El ataque más fuerte de ayer lo pronunció en una entrevista en Antena 3, donde acusó a "determinados grupos de la oposición" de promover una "conspiración" para desacreditarle con "detallitos", en alusión a sus polémicas declaraciones en las que comparó la actitud de los indecisos con las reticencias de las mujeres a hablar de su vida sexual.

En el mitin de Pontevedra, Fraga volvió a arremeter contra los que "calumnian, falsifican e insultan" e instó a los suyos a "insultar a los que insultan de la única manera: yendo a votar el domingo". No faltaron las alusiones al peligro que suponen para la unidad de España los pactos entre el PSOE y los nacionalistas, que "pueden echar a perder la obra de los Reyes Católicos".

Previamente, Rajoy había fustigado a Zapatero con tono corrosivo y desdeñoso por las críticas de éste a la gestión de la catástrofe del petrolero Prestige. Le reconvino por ir a la campaña a "recordar desgracias" en lugar de ofrecer compromisos firmes sobre el Plan Galicia, que pretendía compensar a la comunidad por el desastre ecológico. Y acusó al PSOE de "hacer lo imposible para sacar rentabilidad política" de la marea negra, "mientras otros, con Fraga a la cabeza, estaban dando el callo".

Rajoy se puso especialmente cáustico cuando acusó a Zapatero de ocultar hasta después de las elecciones el envío a Afganistán de 500 soldados de la Brigada Ligera Aerotransportable con sede en Pontevedra: "¿Por qué lo haces ZP? ¿Por qué engañas a la gente? ¿O es que tienes mala conciencia".

Como ya había hecho el día anterior en Ourense, el líder del PP pidió el apoyo a los votantes socialistas desencantados "con las tropelías del Plan Galicia, el cambio de la política antiterrorista y la actitud de quienes no saben defender a los españoles contra las imposiciones de Maragall y Carod".