Al consejero Lamela

Querido consejero Lamela: ¿tiene usted por casualidad un tumor en la glándula paratiroides inferior derecha? Mi marido, sí, y por si acaso le voy a explicar el proceso a seguir. Su médico de cabecera le detecta hipercalcemia en julio de 2004 y le remite al reumatólogo del ambulatorio de Quintana, que le ve en octubre y le pide un análisis de parathormona. Al encontrarla elevada sospecha un hiperparatiroidismo primario y le remite al endocrinólogo, que le ve en abril de 2005. Éste, a su vez, necesita ver un estudio de isótopos radiactivos que ya le han pedido gracias a la influencia de un amigo (usted los tendrá más influyentes) y que, después de cinco meses, por fin tiene en su poder.

En este momento (9 junio de 2005, casi un año después) empieza la persecución del endocrino, que es quien debe decidir el tratamiento y, en su caso, remitirle al cirujano, porque va a ir varias veces sin cita (porque ya no hay citas hasta vaya usted a saber cuándo) a ver si por favor le quiere atender y de una vez por todas solucionarle el problema. Ahora es cuando se hace la gran pregunta: ¿sigo con esta sanidad pública rápida, eficiente, nada burocratizada..., o me apunto inmediatamente a una sociedad médica privada? Si decide lo segundo, dígame cuál es la suya para hacerlo yo. No le he dicho que soy médica y que he trabajado durante 30 años en la sanidad pública, y como soy una ardiente defensora de ésta, voy a aguantar un poco más dentro del sistema.