Hallado muerto de un tiro el guardia huido de la Hacienda de Guipúzcoa

El cadáver de Manuel Apaolaza, el vigilante de la Hacienda de Guipúzcoa en paradero desconocido desde el domingo, cuando se registró un incendio intencionado en ese edificio y el también vigilante Florencio Parra fue hallado muerto de un tiro en la nuca, fue descubierto ayer en San Sebastián con un disparo en el pecho. Junto al cadáver se encontró el revólver reglamentario del vigilante.

El cadáver de Apaolaza fue encontrado en un talud profundo de una zona boscosa, junto al Museo de la Ciencia, en el Parque Tecnológico de Miramón, a las afueras de San Sebastián. El cuerpo fue hallado pasadas las tres de la tarde por unos niños que jugaban al balón y se les cayó monte abajo.

Los menores avisaron a un guardia del museo, que dio parte de inmediato. Una ambulancia de la Cruz Roja se presentó al poco tiempo. Los sanitarios sólo pudieron certificar que el hombre estaba muerto.

El cuerpo tenía un disparo en el pecho y a su lado se encontró un revólver del calibre 38, el arma reglamentaria que los vigilantes se intercambian en cada turno y cuya ausencia había destacado la Ertzaintza en el exhaustivo registro de las instalaciones de Hacienda.

Apaolaza se encontraba en paradero desconocido desde la noche del domingo, cuando se produjo el incendio que arrasó el edificio de Hacienda durante su turno de vigilancia. En una de las dependencias del inmueble incendiado, policía y bomberos encontraban horas después el cadáver de su superior, Florencio Parra, con un tiro en la nuca. La empresa de seguridad para la que ambos trabajaban reconoció la existencia de tensiones laborales entre ambos.

Registro domiciliario

El diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Joxe Joan González de Txabarri, había hecho por la mañana un llamamiento público para que el huido se entregase a la justicia. Mientras, agentes de la Ertzaintza registraban su domicilio, en el número 35 de la Avenida de Ategorrieta, que estaba vacío. Nacido en Zizurkil, Apaolaza era soltero y vivía solo en el mismo piso donde residió con su madre durante décadas.

Respecto a los daños del incendio, el portavoz de Diputación, Koldo Azkoitia, reconoció que la torre afectada -11 pisos en superficie y cuatro subterráneos- precisa una rehabilitación integral que no concluirá antes de año y medio.

El Ejecutivo foral realizará una auditoría para evaluar los daños causados. Azkoitia adelantó que ya se han puesto en contacto con las empresas de seguros para "esclarecer las responsabilidades" en el siniestro, porque el edificio tenía cobertura tanto en su continente como en los sistemas electrónicos.

El portavoz foral insistió en la integridad de los datos de la Hacienda guipuzcoana, de todos los cuales existe una copia de seguridad. Puso el énfasis en que ya están disponibles y utilizables, si bien los problemas graves estarán en la ubicación de los servicios prioritarios para los que se barajan 15 soluciones posibles.