Prestar atención a las 'piernas cansadas'
El mal funcionamiento de las venas afecta a uno de cada tres adultos y ocasiona varices a tres millones de españoles
Uno de cada tres adultos tiene habitualmente las piernas cansadas. Varices, pesadez, sensación de hormigueo, picor, pigmentación, calambres, dolor, hinchazón, flebitis (inflamación de una vena) y úlceras en las piernas son algunos de los síntomas y signos que ocasiona la insuficiencia venosa crónica (IVC), también conocida como síndrome de las piernas cansadas. En España hay tres millones de personas que tienen varices, la manifestación más habitual de esta insuficiencia venosa.
Esta alteración circulatoria se debe al mal funcionamiento de las venas de las piernas que retornan la sangre al corazón venciendo la fuerza de la gravedad. En este viaje de regreso intervienen unas válvulas, que forman parte del sistema venoso y que impulsan la sangre hacia el corazón gracias al bombeo que ejercen los músculos de las piernas. Cuando fallan estas válvulas se produce una insuficiencia venosa crónica, esto es, aumenta la presión sanguínea en las venas, se debilitan sus paredes y se dilatan. Esta alteración puede llegar a producir complicaciones graves, como hemorragias, ulceraciones y varicoflebitis (una modalidad de trombosis venosa que puede producir embolias pulmonares).
Las profesiones que obligan a estar muchas horas de pie o sentado son las de mayor riesgo
Para informar directamente a la ciudadanía sobre este desconocido síndrome, la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular ha organizado una singular campaña informativa: un autobús ha recorrido media España entre el 18 y el 30 de mayo, desde A Coruña a Sevilla, pasando por Bilbao, Madrid, Barcelona y Valencia.
La sencilla y directa pregunta que se lanzaba desde el autobús -"¿Tus piernas están siempre cansadas?"- atraía a muchas personas, que se paraban a coger un folleto informativo sobre esta dolencia, que en España afecta al 5% de la población y especialmente a las mujeres (7 de cada 10 afectados). Quien quería podía consultar con un angiólogo, el especialista que trata esta dolencia. Resultado: una media de 100 personas han subido al autobús en cada ciudad, ha habido largas colas en alguna ocasión y no se ha podido atender a todo el mundo que lo solicitaba. Se trata de una especialidad que tiene larga lista de espera, por lo que había quien no quería dejar escapar la oportunidad de obtener un diagnóstico rápido.
En total, han participado en la iniciativa 12 angiólogos de varios hospitales españoles. Dos de los máximos responsables de la campaña son Marc Cairols, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), y Josep Marinel.lo, del Hospital de Mataró (Barcelona) y responsable del Capítulo Español de Flebología de la Sociedad Española de Angiología. "Prevenir es importante para no perder calidad de vida. Cuando hay que intervenir quirúrgicamente o tomar medidas terapéuticas indefinidas, significa que hemos llegado tarde y probablemente no podremos recuperar el mismo nivel de vida que teníamos con anterioridad", destaca Cairols.
Marinel.lo añade otra de las razones de la campaña: "Hemos detectado que el 80% de las personas con esta patología no recibe tratamiento alguno y su prevalencia está aumentando como consecuencia del sobrepeso y ciertos hábitos de vida. Además, creemos que una campaña de este tipo la tenemos que liderar los angiólogos y cirujanos vasculares, que somos los profesionales mejor preparados", en alusión al intrusismo que vive esta especialidad por parte de quienes ofrecen "tratamientos milagro para curar las varices, por ejemplo", sostiene Marinel.lo.
La campaña también ha servido para presentar los resultados de la encuesta Profesiones de riesgo y síndrome de insuficiencia venosa crónica. Destaca que amas de casa, peluqueros, camareros y recepcionistas son los profesionales de mayor riesgo. Y es que el tipo de trabajo es uno de los factores de riesgo más importantes, ya sea porque obliga a estar muchas horas de pie o sentado. Otros factores de riesgo son la edad (afecta sobre todo a mayores de 45 años), el sexo (mujeres sobre todo), la herencia y ciertos hábitos como el sedentarismo, el tabaquismo y la obesidad.
Para prevenir esta dolencia, los especialistas aconsejan, por un lado, seguir una vida sana, una dieta equilibrada y ejercicio físico moderado. A estos consejos se añade llevar calzado cómodo e intentar reducir el tiempo que se está de pie. Además, angiólogos y médicos de familia han llegado a un consenso para atajar el infradiagnóstico, pues muchos adultos padecen esta patología sin saberlo y se les diagnostica cuando acuden a su médico por otro motivo. Ocurre en el 70% de las mujeres y el 35% de los hombres que acuden a consulta. Aparte, la IVC origina el 17% de las consultas de primaria.
Cuando ya se manifiesta la enfermedad, se recomienda iniciar el tratamiento lo más precozmente posible y una serie de terapias según el estado de cada paciente. El más habitual y efectivo es el uso de medias compresivas, que imitan el bombeo de la sangre al corazón con más presión en la región distal, tobillo, que en la proximal, muslo.
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