431.000 dueños de coches eluden el pago del impuesto de vehículos de la capital
Uno de cada cuatro propietarios de coches ha dejado pasar el plazo de abono voluntario
Hace dos semanas que terminó el plazo para pagar el impuesto de vehículos, y más de 431.000 conductores -el 25,3% de los 1.706.437 coches matriculados en la capital- han olvidado su obligación con el fisco municipal o directamente han decidido no pagar. Eso significa que el Ayuntamiento deja de ingresar 40 millones de euros, que ahora tratará de recuperar por vía ejecutiva y con multa de por medio. El de vehículos es el tercer tributo municipal más importante.
Quienes tuvieran una sincera intención de pagar pero hayan dejado pasar el plazo sin darse cuenta, aún tienen hasta septiembre para cumplir con su deber de contribuyentes en la fase de preapremio, "sólo con un 5% de recargo", explica la directora general de Tributos, Rosana Navarro. A partir de entonces, la Concejalía de Hacienda pondrá en marcha su maquinaria para localizar a los deudores y cobrarles el impuesto "por vía ejecutiva", lo que supone una multa que oscila entre el 10% y el 20% del recibo.
Por la experiencia de otros años, Hacienda calcula que al final del ejercicio habrá logrado cobrar el 83% del dinero previsto por este impuesto (155 millones de euros), y cuatro años más tarde, después de mucho perseguir a los morosos, alcanzará el 88%. Pero el 12% restante se queda indefectiblemente sin cobrar.
Cada conductor paga, de media, unos 90 euros al año al Ayuntamiento por circular por sus calles, desgastar el pavimento y contribuir con su granito de arena a la playa del atasco diario. Pero eso es una media obtenida tras dividir la recaudación total por el número de vehículos; en realidad, el impuesto es progresivo desde 2004, cuando el gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón lo dividió en varios tramos en función de la potencia del vehículo: en el caso de los turismos, por ejemplo, los coches menos potentes (y por tanto más baratos) pagan 20 euros, y los más grandes, 203 euros.
Aunque entre ambos extremos hay tres tramos más, Navarro asegura que el coche medio que circula por Madrid está incluido en el segundo tramo, el de menos de 12 caballos fiscales, que paga 57 euros al año.
El porcentaje de conductores que han dejado pasar los dos meses de plazo de pago voluntario, un 25%, es similar al de años anteriores, según Rosana Navarro. Y no todos son morosos. Hacienda calcula, por ejemplo, que hay unos 50.000 coches en Madrid que ya no están en funcionamiento, sino abandonados desde hace años por sus dueños, pero a los que el Ayuntamiento sigue reclamando el impuesto, año tras año, porque nunca fueron dados de baja. "Estamos cruzando datos con la Dirección General de Tráfico para poder ir eliminando de nuestros archivos estos vehículos y ajustar las estadísticas", dice la responsable municipal de Tributos.
El impuesto sobre vehículos apenas representa el 9% de los ingresos del Ayuntamiento por impuestos y tasas, pero es, de todos los tributos municipales, el tercero en volumen de recaudación, por detrás del IBI -que grava la posesión de un inmueble- y del impuesto por el incremento del valor de los terrenos o plusvalía. El año pasado había matriculados en Madrid 1.661.646 vehículos y la Concejalía de Hacienda, que dirige Juan Bravo, ingresó, durante la fase de pago voluntario, 111 millones. Este año la flota de coches ha crecido un 2,7% (hay 44.791 vehículos más) y la recaudación alcanza los 115,8 millones.
La novedad de este ejercicio ha sido la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito y sin moverse de casa, siempre que se tenga Internet, claro. "Quien no quisiera ir al banco o hubiera perdido el recibo, por ejemplo, ha podido pagar entrando en la página web del Ayuntamiento y escribiendo su número de matrícula y de tarjeta", explica Navarro. Cerca de 22.000 contribuyentes han hecho uso de este servicio.
Vivir fuera ya no exime de la multa
Los conductores que viven en otros municipios de la región pero circulan a menudo por la capital tenían hasta hace poco un privilegio: sabían que, si cometían una infracción de tráfico en Madrid, las probabilidades de que el Ayuntamiento pudiera tramitar la multa y llegara a cobrársela eran casi nulas.
Para acabar con esa situación, Ayuntamiento y Comunidad firmaron un convenio en octubre de 2003, que está vigente desde 2004 y que consiste en que, cuando un residente de otro municipio comete una infracción de tráfico en la capital, el Gobierno regional cobra la multa en nombre del Ayuntamiento. A cambio, la Comunidad recibe una comisión fija y otra sobre el dinero recaudado.
El Ayuntamiento empieza a notar, un año más tarde, los efectos de ese convenio. Según la directora general de Tributos, Rosana Navarro, en diciembre de 2004 su departamento envió a la Consejería de Hacienda una "primera remesa" de multas por valor de 731.541 euros, y "ya está en proceso de cobro el 30%". En abril de este año se ha enviado una segunda remesa, ésta ya de más entidad, que suma 5,7 millones.
Si se cumple la previsión de que al menos la mitad de esas multas finalmente se cobre, el Ayuntamiento incrementaría "en un 15%" sus ingresos por multas de tráfico, que el año pasado ascendieron a 25,5 millones de euros.
Pero la ayuda que presta la Comunidad no es gratis. Para empezar, por cada gestión realizada el Ayuntamiento paga a la consejería cuatro euros; esto significa que sólo por tramitar la primera remesa de multas el Gobierno regional ha percibido 42.768 euros. Además, cuando empiecen a cobrarse, el Ayuntamiento cederá a la Comunidad el 8% de las multas cobradas, el 4% de las anuladas y el 2% de las que decaigan por insolvencia del infractor.
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