Almunia confía en un acuerdo, aunque admite dificultades
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, admitió ayer que la negociación para el reparto financiero en la Unión Europea (UE) va a ser "difícil", pero mostró su total confianza en que pronto se alcance un acuerdo que satisfaga a los países implicados. En una conferencia en Madrid, Almunia defendió a ultranza la "solidez" del euro y afirmó que, pese al no franco-holandés a la Constitución europea, el proceso de integración de la Unión debe seguir adelante.
"Hay que acercarse hacia una solución de compromiso", afirmó Almunia durante una intervención en la oficina de la Comisión Europea en Madrid en relación a la negociación sobre las perspectivas financieras (Presupuesto) de la UE para 2007-2013, cuya fase final tendrá lugar a partir del jueves en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas.
Almunia dijo que es comprensible que algunos países reclamen máximos en vísperas de una reunión clave -el Reino Unido no quiere perder el llamado cheque británico, Francia rechaza revisar las ayudas agrarias y España quiere mantener los fondos de cohesión, entre otras demandas-, pero que se están dando los primeros pasos para una solución consensuada.
"La presidencia luxemburguesa tendrá [desde hoy, tras una cita con el primer ministro británico, Tony Blair] mimbres suficientes para poner sobre la mesa una propuesta que pueda ser aceptada por todos", dijo. En este sentido, Almunia es partidario de que el Presupuesto europeo conceda más recursos al capítulo de competitividad y cohesión que a la partida de agricultura, medio ambiente y desarrollo rural, como en el proyecto actual.
Adelante pese al 'no'
Sobre el rechazo a la Constitución europea, Almunia dijo que crea "mal ambiente". El no franco-holandés centró buena parte de la intervención del comisario. Almunia dijo que el texto es una garantía para el futuro de la Unión y considera que hay que lanzar un debate más profundo al respecto, pero que mientras tanto "Europa no se puede quedar parada".
Si no se aprueba, dijo el comisario, retrasará la incorporación de Rumania y Bulgaria -prevista para enero de 2007- e incluso podría empeorar la situación en los Balcanes.
El rechazo a la Constitución ha abierto un periodo de turbulencias en la UE del que no ha quedado exento el euro y su credibilidad. Almunia insistió en la solidez de la moneda única, cuya cotización cayó más del 3% tras los dos referendos de finales de mayo. "No tengo ninguna duda de que el euro seguirá", dijo Almunia, que añadió que las dudas sobre el euro son fruto de la "ignorancia".
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