13 años de lentos acuerdos
El cambio climático es un problema global. En 1992, los gobiernos de todo el mundo adoptaron un acuerdo internacional para afrontarlo: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que goza del apoyo casi universal. Ha sido ratificado por 189 países, incluidos todos los del G8.
La convención se desarrolló en 1997 con el Protocolo de Kioto, que fija compromisos más específicos, legalmente obligatorios para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero. Actualmente, el protocolo ha sido ratificado por más de 130 países y entró en vigor el 16 de febrero pasado.
El coste de afrontar el cambio climático no será nulo, pero no afectará a la prosperidad actual de los países del G8, según la presidencia británica de la próxima reunión. Como dato, el producto interior bruto en el Reino unido creció un 31,6% en términos reales en un período en que las emisiones que afectan al cambio climático cayeron un 14,9%.
Otra forma de verlo es que los costes de no hacer nada pueden ser enormes. Swiss Re, la segunda mayor compañía aseguradora del mundo, estima que el coste económico del calentamiento global puede duplicarse, hasta los 150.000 millones de dólares anuales en los próximos 10 años, lo que significaría reclamaciones a las compañías de seguros de entre 30.000 a 40.000 millones de dólares.
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