"Las carreteras vascas estarán al borde del colapso en un plazo de cinco años"

El consejero de Transportes del Gobierno en funciones, Álvaro Amann (Vitoria, 1949), cree que la situación en las carreteras vascas es "insostenible" debido al imparable crecimiento del número de vehículos. Por eso, augura que el sistema viario se situará al "borde del colapso" en un plazo de cinco años si no se produce un cambio de mentalidad sobre el uso del coche. "Ya no cabe nadie más", dice. Junto a la concienciación, el consejero advierte de que ha llegado la hora de aplicar medidas disuasorias.

Pregunta. El tráfico rodado crece sin parar. ¿Hasta cuándo pueden aguantar las vías más saturadas?

Respuesta. La situación es insostenible en una doble vertiente. Por un lado, porque las carreteras se van a colapsar. Ya no cabe nadie más. Y, por otra parte, la situación es insostenible desde el punto de vista económico y medioambiental. Los gastos que originan los coches, tanto por la contaminación que producen como por la siniestralidad y las horas pérdidas de trrabajo y ocio, hacen que el sistema no pueda seguir como ahora.

"Ha llegado el momento de aplicar medidas disuasorias contra el uso del coche privado. Soy partidario de que el Parlamento se pronuncie"

"Ahora existe una oferta de transporte público suficiente para que se reduzca en un 50% el uso del coche en las áreas más conflictivas"

P. Pero las ventas de coches siguen batiendo registros históricos cada mes.

R. El coche es uno de los grandes inventos del hombre, que lo toma como un elemento de libertad. La mayor aspiración de los jóvenes es sacarse un carné de conducir y tener un coche propio. El coche no es malo en sí, lo malo es el uso que se hace de él. Bien usado, es un gran bien para el hombre, pero mal empleado es un gran perjuicio. Por ejemplo, si el coche privado se convierte en un transporte colectivo y lleva a más de una persona al trabajo por las mañanas, se reduciría de manera muy importante el número de vehículos en las carreteras. Pero ocurre todo lo contrario: el 90% de los coches que circulan por las mañanas sólo llevan una sola persona.

P. Habla de que las carreteras vascas se pueden colapsar de seguir todo como hasta ahora. ¿Cuándo podría ocurrir?

R. Hay índices de crecimiento del tráfico que nos preocupan mucho. En el paso fronterizo de Irún y Biriatou se prevé que en 2010 pasen 10.000 camiones al día, y en 2015 serán 21.000. Ese tráfico no cabe en las carreteras. En un plazo de cinco años estaremos al borde del colapso.

P. Una situación a la que parece que ya han llegado Bilbao y San Sebastián, con un nivel de atascos alarmante.

R. Por el cinturón de San Sebastián circulan más de 120.000 vehículos al día. Físicamente, es imposible aguantar así. Y es que a la mínima incidencia, como un accidente, se produce el colapso, la paralización total de la vía.

P. ¿Ycon qué alternativas y soluciones trabaja el Gobierno?

R. Pues en primer lugar con el transporte público. Si esta alternativa no se da de una forma natural, hay que reforzar la pedagogía y la toma de conciencia del propio ciudadano. Y en una segunda fase habrá que tomar medidas disuasorias, hasta que el ciudadano opte por dejar el coche en casa.

P. ¿No ha llegado el momento de aplicar ya esas medidas disuasorias?

R. Creo que sí ha llegado ese momento. El tema está sobre la mesa de la Autoridad de Transporte [órgano integrado por todas las instituciones] y ha llegado la hora de analizar la cuestión de una manera muy seria. Mi objetivo es que se adopten decisiones firmes, pero hay que llevar a cabo una implantación selectiva y muy estudiada. Y contando con todas las administraciones y colectivos relacionados con el tráfico. Si una institución intenta una medida por su cuenta la apoyaré, pero creo que tiene más fuerza algo global. Incluso soy partidario de que el Parlamento se pronuncie sobre la cuestión. La gente debe entender que es un lujo realizar determinados trayectos con el vehículo propio y ese lujo hay que pagarlo.

P. ¿Y qué tipo de medidas están estudiando?

R. Hay varias fórmulas, como penalizar la circulación por el centro de las ciudades. Pero también se puede establecer que si alguien circula por el centro y en el coche viajan cuatro personas, no se le cobra. Y al revés, por viajar uno sólo se cobra el doble. No vamos contra el coche, sino contra su mal uso

P. ¿La solución pasa por hacer que le resulte cada vez más incómodo al conductor sacar el coche cuando puede usar el transporte público?

R. Más que incómodo, lo importante es que el ciudadano se conciencie de que para ir al trabajo o al estudio debe recurrir al transporte público. Nuestra sociedad tiene una buena oferta, que aumentaría con un mayor uso. Esa es la gran opción. Además, el ciudadano debe ser consciente de que utilizar su coche le sale más caro desde el punto de vista económico, del ocio y de la seguridad .

P. ¿El transporte público actual cubre las demandas de la población?

R. El servicio público, sobre todo el tren, es el único que garantiza a los ciudadanos que van a llegar puntuales a su destino. El metro de Bilbao elimina la incertidumbre sobre la hora, pero sólo ha captado entre un 10 y un 15% del vehículo privado que circulaba por la capital. En la actualidad existe una oferta de transporte público suficiente para que se reduzca en un 50% el uso del vehículo privado en las áreas conflictivas.

P. ¿La futura Y ferroviaria ayudará a descongestionar el tráfico?

R. Desde luego que sí, tanto a nivel de la movilidad interna de pasajeros, como externa de mercancías. Será un revulsivo muy importante.

P. Pero, por ahora, siguen a la espera de que Fomento retome los contactos con el nuevo Gobierno vasco.

R. Yo espero que ese nuevo Gobierno resuelva la cuestión en 15 días. Si hay voluntad política, no hace falta más tiempo.

P. ¿Y por qué hasta ahora no se ha resuelto? ¿Hay algún problema con la financiación?

R. No lo sé. Hay algún elemento que sí me preocupa. La Y es un eslabón clave de las comunicaciones entre España y el resto de Europa, pero en el plan estratégico de infraestructuras del ministerio no figura así. Eso me preocupa porque parece que no le da prioridad. Fomento debe saber que es un proyecto prioritario y que no puede esperar ni un día más.