¿El PSOE, nuevo partido en Cataluña?

Compartiendo en líneas generales el diagnóstico sobre la situación en Cataluña que hace el manifiesto, el llamamiento a la creación de un nuevo partido político me sugiere este comentario. En primer lugar, el derecho a la creación de partidos políticos es un derecho fundamental reconocido en la Constitución española, sin más límites que los establecidos en la Ley de Partidos, y los defensores de las "identidades excluyentes" tienen poco que decir al respecto.

Otra cuestión es la viabilidad del proyecto, en términos programáticos y electorales, y su posible contribución a la dinamización del sistema político catalán. Como votante socialista, considero que existen suficientes argumentos para que la dirección del PSOE se plantee si algunos planteamientos del PSC en relación al proyecto de modificación del Estatuto de Autonomía y del proyecto de financiación incumplen el protocolo de unidad y las bases de unificación entre el PSC-c y la Federación Catalana del PSOE en 1977-78, y más recientemente la declaración de Santillana del Mar (agosto 2003); más allá de problemas de interpretación de textos, la dinámica actual del PSC está supeditada a un discurso identitario que no responde a los retos de una Cataluña de ciudadanos en el siglo XXI. Sólo una presencia electoral de una opción liderada por el actual presidente de Gobierno y respaldada por el buen hacer y la responsabilidad de Solbes y Sevilla puede atajar las temeridades y despropósitos jurídicos en que se ha convertido la necesaria modificación (no reelaboración) de la autonomía catalana y su financiación.