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La falta de competitividad y la alta deuda familiar ponen en peligro el crecimiento

El Banco de España informa de que la vivienda está sobrevalorada entre el 24% y el 35%

Íñigo de Barrón

El Banco de España dio ayer una de cal y otra de arena en su informe anual de la economía española. El gobernador, Jaime Caruana, reconoció que la economía española seguirá, a corto plazo, con su etapa expansiva iniciada a mediados de los noventa, con tasas de crecimiento del PIB similares a las de 2004. Pero advirtió de los riesgos que atraviesa y que pueden acabar con la bonanza: la pérdida de competitividad y el importante nivel de endeudamiento familiar, generado por el elevado precio de la vivienda, cuya sobrevaloración está entre el 24% y el 35%. Para evitar esta situación, Caruana recomienda rigor presupuestario y reformas en el mercado laboral.

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El Banco de España, en su diagnóstico anual, reconoce que la economía española se ha mantenido "entre las de más crecimiento de la UEM" y que en 2004 el PIB ha crecido un 3,1% frente al 2,7% del ejercicio anterior, "si bien con una composición más desequilibrada". Hasta marzo de 2005, el crecimiento es del 3,3%, indica el gobernador, un "elevado dinamismo" que sigue estando basado en el impulso de la demanda interna y una elevada creación de empleo.

Esta demanda está apoyada en el gasto de los hogares, que se ha basado en la recuperación de su renta disponible, que se ha beneficiado del crecimiento más elevado del empleo. "Pero, sobre todo, el aumento de la riqueza de las familias en los últimos años está ligado, en gran medida, a la revalorización de los activos inmobiliarios, así como a las buenas condiciones de financiación", apunta el supervisor. Para el futuro, Caruana pronostica que los soportes económicos serán los mismos, aunque advierte de que "el gasto de los hogares puede moderarse en los próximos trimestres".

Pero el banco central ve importantes riesgos en el futuro. El primero de ellos es la caída de la demanda exterior, por la alta inflación, "cuyo diferencial con la zona euro se ha ampliado en 2004 por el más intenso encarecimiento del petróleo sobre los precios españoles", indica.

Menos empleo

Otro de los grandes riesgos españoles es la pérdida de competitividad, factor sobre el que el Banco de España incide desde hace, al menos, dos años. La inflación es una de las causas de esta menor competitividad, así como la apreciación del euro. Jaime Caruana explica que es un error pensar que esta menor competitividad no afectará a España por el hecho de que no se puede depreciar su moneda, ya que está dentro del euro, y augura un frenazo en la generación de valor añadido y la creación de empleo.

Como bálsamo a esta situación, el Banco de España pide "la reforma del mercado de trabajo" como una de las transformaciones más necesarias. "Un mercado de trabajo más flexible y eficiente es necesario para vencer las distorsiones que están contribuyendo al deterioro de la competitividad". También pide "un marco propicio para que las empresas encuentren estímulos suficientes para la creación de empleo, la introducción de nuevas tecnologías, el uso eficiente de los factores de producción y el incremento de la productividad", concluye este informe anual. Caruana recuerda al Ejecutivo que tendrá que tomar el relevo a la inversión extranjera en la propagación de los avances tecnológicos porque ese apoyo se está debilitando.

La alternativa a la falta de innovación tecnológica para las empresas exportadores será "ajustar sus niveles de empleo para mantener sus márgenes empresariales". Uno de los párrafos más duros del informe es el que valora "las notables carencias en el terreno de la innovación", por lo que demanda "el diseño de políticas específicas orientadas a este objetivo, así como la adaptación del marco institucional y regulatorio" que impulse esta carencia. Respecto al plan de dinamización de la economía presentado recientemente por el Gobierno, el informe pide que los compromisos anunciados "se instrumenten con ambición y se complementen con otras actuaciones dirigidas a promover el capital tecnológico".

Burbuja inmobiliaria

El otro gran riesgo de la economía española es que un frenazo en el mercado inmobiliario provocara una contracción en el gasto de los hogares por un posible incremento del paro. El Banco de España recuerda que "el colchón de ahorro disponible de las familias se ha reducido hasta hacerse prácticamente nulo".

Sobre el mercado inmobiliario afirma que se encuentra en una fase expansiva "de la que no se vislumbran aún signos claros de maduración, pese a su extraordinaria duración e intensidad", donde el aumento de precios continúa "sin mostrar síntomas de una desaceleración significativa, pese a que tasas de crecimiento tan elevadas son difícilmente justificables sobre la base de la evolución de la renta o de los tipos de interés".

Los análisis del Banco de España indican que "el actual nivel de sobrevaloración no resulta incompatible con una corrección gradual de la misma, como las observadas en el pasado, en este y otros países". Siguiendo varios modelos de valoración, el supervisor concluye que "la sobrevaloración habría pasado a un 14%-23% en 2003, a un 24%-35% en 2004".

No obstante, el gobernador lanza un mensaje tranquilizador, afirmando que la economía española cuenta con "resortes suficientes de estabilidad" que le permitirían mitigar el impacto de una corrección del precio de la vivienda. Caruana afirma que las medidas orientadas a aumentar la oferta de viviendas "no serán eficaces si no se aborda una reordenación del mercado del suelo, que sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes de la economía española" y recomienda un tratamiento fiscal "más neutral" de la vivienda en propiedad y la profundización de las medidas para desarrollar el alquiler.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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