Rajoy cree que PSdeG y BNG formarían una coalición imposible condenada al divorcio

Mariano Rajoy, líder nacional del PP, aprovechó ayer una conferencia sobre el futuro económico de Galicia pronunciada en Vigo para proclamar que esa ciudad "es un buen ejemplo de la coalición imposible" del PSdeG y el BNG. En Vigo, el alcalde socialista Ventura Pérez Mariño estuvo menos de seis meses en el cargo pues se rompió la coalición entre el PSdeG y el BNG. "Esa coalición de la inestabilidad acabó en divorcio para dar paso a un nuevo liderazgo del PP", afirmó Rajoy en referencia a la alcaldía que ahora encabeza Corina Porro. El líder del PP pidió así el voto para que Manuel Fraga logre su quinta mayoría absoluta con un "Gobierno de confianza". Fraga, mientras, afirmó en Viveiro (Lugo) que Galicia "se juega su futuro" el 19-J.

Vigo, Pontevedra y A Coruña son las tres ciudades en las que el PP teme perder mayor caudal de votos en las elecciones del 19-J. En las tres tiene previsto realizar varios actos de campaña Mariano Rajoy. Ayer, en el Círculo Financiero de Vigo, pronunció una conferencia en la que mantuvo que los gobiernos de coalición de los socialistas con los nacionalistas más extremos "son sinónimo de inestabilidad y estancamiento en progreso económico".

Como cada día hace Fraga, Rajoy rememoró cómo era "Galicia hace 15 o 20 años" y mantuvo que la mejora ha sido obra, fundamentalmente, "de los Gobiernos del PP en Galicia y en España". Por ejemplo, aseguró que en 1996 el paro en Galicia era del 18,5% y ahora es del 10,9%. Y la economía gallega, según él, empeoraría con un Gobierno "de la coalición de la inestabilidad y la debilidad".

Rajoy asumió que su candidato está ya muy mayor: "Todos estamos convencidos de que don Manuel Fraga está prestando el último gran servicio a esta tierra y a España para lograr esos objetivos de estabilidad y modernización". Le alabó "el gran mérito y el valor del esfuerzo y entrega que está prestando a esta tierra". Rajoy acompañará a partir de mañana a Fraga en casi todos sus mítines de la noche hasta el cierre de campaña. Durante el día participarán en actos por separado, aunque la agenda del candidato es mucho más apretada que la del líder popular.

El presidente de los populares también pidió el voto como muestra de rechazo a "lo que ha hecho el actual Gobierno con el Plan Galicia". Según él, "es una ofensa" ante la que los gallegos "no pueden inhibirse ni abstenerse de decirlo en las urnas". "No podemos pasar de la responsabilidad que tenemos con nuestra tierra para evitar que [José Luis Rodríguez] Zapatero tenga en Galicia un cheque en blanco para derivar nuestros recursos a Cataluña o Andalucía".

En la localidad lucense de Viveiro, gobernada por una coalición del PSdeG y el BNG, Manuel Fraga se reincorporó a la campaña tras pasar una jornada en Oviedo para ejercer como jurado de los premios Príncipe de Asturias. El tremendismo de sus mensajes se rebajó considerablemente. En una comida con representantes del sector pesquero en Viveiro (Lugo), el presidente de la Xunta volvió a prodigar los avisos sobre los males que esperan a Galicia en caso de que se consume el cambio político el 19 de junio, pero su tono fue mucho más contenido que en los primeros días de campaña. "En estas elecciones se juega el prestigio de Galicia, nuestra seriedad y nuestro respeto", afirmó.

El octogenario candidato acusó al Gobierno de Zapatero de mostrar "muy mal talante" con su comunidad autónoma por no respetar los compromisos del Plan Galicia. "Nos están tomando el pelo", señaló Fraga, para quien una nueva mayoría absoluta del PP constituiría la mejor garantía de que Galicia "sea respetada en Madrid como hasta ahora" Y acusó a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, de paralizar obras en Galicia para desviar fondos a Andalucía, su comunidad de origen.